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lunes, 14 de noviembre de 2016

Cuando el Terror Franquista Llegó a Caracas

Que dice Urkullu que la Ertzaintza nunca ha matado, tratándose de cinismo total entonces lo mismo podrán decir entonces Madrid de la Guardia Civil, la Polícia Nacional o sus grupos paramilitares como los GAL, el BVE, etc.

Pero la realidad, la historia, la memoria... muestran que el asunto es bien distinto.

Les invitamos a leer esta entrevista publicada por La Haine:


Pakitoarriaran.org

El 14 de noviembre se cumplen 36 años del asesinato en Venezuela de Jokin Etxeberria y Esperanza Arana. Un matrimonio de origen vasco residenciado en Caracas que hizo de la solidaridad con los refugiados vascos el eje central de su vida.

Esa solidaridad convertida en compromiso fue lo que les llevo a hacer parte del Comité de Apoyo a los Exiliados Vascos en Venezuela, algo que el gobierno español no podía permitir. Y así ese 14 de noviembre de 1980 un grupo de mercenarios cumpliendo instrucciones directas del ministerio del interior español los asesinó en su residencia caraqueña. Coincidiendo con esta fecha la Fundación Internacionalista “Pakito Arriaran” entrevista al Colectivo de Refugiados y Deportados Políticos Vascos en Venezuela.

Han pasado 36 años desde el asesinato de Jokin y Espe, ¿Como valoran ustedes ahora ese suceso?

El asesinato de Jokin y Espe hay que entenderlo como un eslabón más en la cadena de asesinatos que el gobierno español, a través de grupos de mercenarios, ordenó en la década de los años 70-80 contra militantes vascos. En esos años, bajo los gobiernos de la UCD y del PSOE diversos grupos parapoliciales (BVE, Triple A, GAL...) asesinaron, secuestraron, torturaron y desaparecieron a decenas de vascos. La guerra sucia se convirtió en política de estado contra la insurgencia vasca. Esos asesinatos tenían dos objetivos: por un lado la eliminación física de las personas más comprometidas con la lucha y por otro enviar un mensaje-amenaza a los países y a las personas que eran solidarias o simplemente permitían que los exiliados vascos residieran en su territorio.

El pasado 3 de abril fallecía en un hospital de Caracas el deportado vasco Miguel Ángel Aldana. ¿Qué ha supuesto para ustedes esa perdida?

Desde el asesinato de Jokin y Espe hasta hoy 6 compañeros han fallecido en Venezuela y otro, Inaxio Aierbe falleció en Euskal Herria al poco tiempo de su regreso tras una larga enfermedad.

La desaparición física de Angelín ha supuesto una gran perdida humana y afectiva para todos nosotros.

Si algo caracterizó a Angelín fue su humildad y su total entrega a la causa de la independencia y el socialismo en Euskal Herria y en Venezuela. Esta manera de entender la vida nos la contagió a todos y es por ello por lo que nosotros preferimos hablar de su desaparición física, porque su ejemplo se mantiene y seguirá presente hasta que los objetivos por los que luchó y entregó su vida sean realidad. Lo que aprendimos caminando a su lado nos servirá para continuar esta lucha.

En el ámbito personal también fue muy difícil por las largas semanas de sufrimiento e incertidumbre que compartimos con su familia, impotentes ante una situación que día a día empeoraba y acabó en el fatal desenlace. Sin duda fue su fuerza lo que nos dio fuerzas en esos momentos. Quizás para definir la trayectoria de Angelín la mejor muestra sea esa foto suya en el hospital puño en alto. Se fue físicamente como vivió, con dignidad, coherencia y firmeza revolucionaria.

Aprovechamos esta ocasión para enviar un abrazo y todo nuestro reconocimiento a su familia y amigos, que en esos momentos mostraron tanta entrega. La enfermedad y el fallecimiento de Angelín pusieron también al descubierto la voluntad represiva que aplican los estados español y francés a la hora de encarar el conflicto político con Euskal Herria. No olvidemos que Angelín era un militante revolucionario vasco que fue deportado, hace más de treinta años, por el estado francés en total complicidad con el estado español a diferentes países latinoamericanos: Ecuador, donde fue salvajemente torturado por policías españoles, República Dominicana, Panamá, donde junto al heroico pueblo panameño vivió los amargos días de la invasión yankee y finalmente Venezuela.

Ellos son los únicos responsables de esta situación de “terrorismo jurídico” que es la deportación y que aún afecta a decenas de militantes vascos en diferentes partes del mundo.

Hablan de deportación y “terrorismo jurídico”, ¿a qué se refieren con eso?

Los Estados español y francés, al igual que a decenas de vascos, condenaron a Angelín a una cadena perpetua de facto, y la aplicaron hasta el día de su muerte. A principios de la década de los 80 el estado español implemento una nueva medida de castigo a los militantes vascos: la deportación.

Decenas de exiliados que residían en la parte norte de Euskal Herria, territorio bajo dominación francesa, fueron expulsados a otros países mediante acuerdos tripartitos: Estado español-estado francés-país receptor. Así, casi un centenar de militantes vascos llegaron a Cabo Verde, Togo, Sao Tome, Argelia en África y Panamá, Republica Dominicana, Ecuador y Venezuela en América.

En las últimas décadas solo el estado sionista de Israel ha utilizado la deportación como condena por delitos políticos contra militantes palestinos y el Estado español contra militantes vascos.

En el caso de la deportación de militantes vascos es una condena perpetua. En Venezuela hay compañeros que llevan más de 30 años deportados. ¿Qué nombre se le puede dar a eso? ¿No es terrorismo tener a una persona 30 años cumpliendo condena sin haber sido juzgada? Es curioso que además la deportación se inició con el gobierno de Felipe Gonzalez en España, el mismo que es señalado como el famoso “señor X” de los escuadrones de la muerte que asesinaron decenas de militantes vascos. El mismo que viene a Venezuela a hablar de democracia y Derechos Humanos.

Recientemente se han cumplido 5 años de la decisión histórica de ETA de abandonar definitivamente la lucha armada ¿En qué ha cambiado la situación del colectivo en Venezuela durante este tiempo?

Tenemos que tener claro que esta decisión la toma la organización revolucionaria vasca ETA a partir de su propio análisis de la situación política en Euskal Herria, y también respondiendo de manera positiva a diferentes emplazamientos realizados en este sentido desde círculos internacionales y desde sectores de la propia sociedad vasca.

Se trata de una decisión de ETA, que busca a nuestro entender generar dinámicas nuevas en la sociedad vasca para transitar hacia el derecho de la ciudadanía vasca a decidir el futuro de su país y exigir que su decisión sea respetada.

La respuesta de los estados español y francés ha sido el bloqueo permanente y mantener todas y cada una de las pautas represivas que ellos mismos generaron durante las ultimas décadas.

Si antes esgrimieron la excusa de la lucha armada para justificar sus políticas represivas y negar a nuestro pueblo el derecho de autodeterminación, ahora y con los mismos fines, exigen la disolución y el desarme de ETA, además de querer imponer un relato del conflicto donde el independentismo vasco aparezca como derrotado.

Ese mismo estado español que “saluda” el proceso de paz en Colombia es el que sigue apostando a la guerra en Euskal Herria. Y es ese, el mismo estado español que de manera totalmente injerencista habla de la necesidad de dialogo en Venezuela, el que se niega la diálogo en Euskal Herria.

Por lo tanto, podemos decir con todo rigor que la situación no ha cambiado en estos años y nos remitimos a las denuncias de familiares de los presos políticos vascos que denuncian que sus allegados ahora están mas lejos de Euskal Herria y más dispersos en cárceles españolas y francesas. Aquí la muerte de Angelín, sin poder regresar vivo a su pueblo, las constantes solicitudes de extradición contra nuestros compañeros o las campañas en la prensa fascista española contra nuestro Colectivo son una prueba más de ello.

El estado español y francés siguen apostando a la represión y la guerra. La mejor prueba de ello es precisamente la existencia aún de nuestro colectivo, así como los que existen en otros países y los centenares de presos y presas políticos vascos dispersos a lo largo de toda su geografía carcelaria y lejos de sus familias y amigos, de sus compañeros y de Euskal Herria.

¿La reciente investidura de Rajoy como presidente del gobierno español augura una política continuista en ese sentido?

Mucho nos tememos que sí. Y tememos que no solo vienen tiempos duros para Euskal Herria, sino para todos los pueblos del estado español. Tanto por la negación de los derechos de las naciones sin estado como por las nuevas arremetidas que seguramente llegarán contra los pueblos trabajadores de estado español. Es muy significativo que en la misma comunicación que Rajoy recibió desde Bruselas felicitándole por su investidura se le recordara los nuevos recortes económicos que deberá realizar su gobierno. Ajustes que significan una vuelta de tuerca más en la destrucción del estado social.

Y lo mas triste, y también muy significativo, es que Rajoy sea investido con los votos del PSOE, esta vez enmascarados como abstención. Un partido que ha perdido ya definitivamente todo como para ser considerado no de izquierdas, sino siquiera progresista al permitir que el corrupto y derechista Partido Popular, heredero directo del franquismo, vuelva a gobernar en Madrid. Creemos que cumpliendo su rol como parte del aparato del estado postfranquista, el PSOE ha jugado su verdadero papel. Llegando incluso a no importarle el más que probable suicidio político que esa decisión le pueda suponer, con tal de coadyuvar a apuntalar un estado débil, decadente y en descomposición que hace agua por todos lados.

¿Cómo ven a la Izquierda Abertzale (izquierda patriota) para encarar esta nueva etapa que se avecina?

La izquierda abertzale tiene una trayectoria de lucha que se ha hecho manifiesta hasta en los momentos más duros de nuestra historia reciente. Además, la izquierda abertzale ha sabido históricamente realizar un análisis de cada etapa que nos ha permitido superar muchas trampas que los estados nos han tendido, y al mismo tiempo mantener en alto la bandera de la liberación nacional y social de Euskal Herria, creando condiciones para que nuestro pueblo hiciera frente a situaciones represivas determinadas y seguir avanzando hacia los objetivos de independencia y socialismo en cada coyuntura.

Asimismo, ha hecho suyas todas y cada una de las reivindicaciones más sentidas por nuestro pueblo hasta el punto de haber sido siempre, si no el único, si uno de los motores fundamentales de la organización y desarrollo del movimiento popular en Euskal Herria.

Un movimiento popular plural y con mucha capacidad organizativa que ha cubierto escenarios tan dispares como la lucha por el euskera y la cultura vasca, por los represaliados políticos vascos y contra la represión, la lucha de las mujeres, de los jóvenes, de los trabajadores-as, por un desarrollo sustentable de nuestro país, o movimientos contra el racismo, por la solidaridad internacionalista, por la educación pública, por una vivienda digna, en diferentes temas relacionados con la ecología y en defensa del medio ambiente. Al fin y al cabo, el movimiento popular en Euskal Herria ha sido uno de los mas importantes de Europa, y en su desarrollo la izquierda abertzale ha sido siempre una pieza fundamental.

Creemos que ese papel debe mantenerse e incluso fortalecerse hoy en día en las dinámicas y en la estrategia de la izquierda abertzale. Sin menosprecio a las responsabilidades institucionales que existan pero cubriendo todos aquellos espacios que aporten algo positivo en el desarrollo de nuestra estrategia de liberación nacional y social. Aquí, tendremos que saber entender y aprovechar en nuestro favor los cambios sociales que también se aprecian ya en la sociedad vasca como sociedad occidental que es.

Los nuevos medios de comunicación y las redes sociales, las nuevas maneras de entender la militancia política, las tendencias que enfocan algunas prioridades más en lo local en detrimento de la visión general de la política, son algunos ejemplos.

Ahí es donde la izquierda abertzale debe de poner de manifiesto su apuesta histórica por la construcción de una sociedad libre y solidaria en nuestro país. Y entendiendo los cambios, saber interpretarlos y encaminarlos a favor de nuestros objetivos.

Tenemos que ser capaces de hacer ver al conjunto de nuestro pueblo que la permanencia en los estados español y francés no aporta nada positivo. Muy al contrario, la decadencia manifiesta del estado español, el fracaso estrepitoso del régimen nacido de la transición del 78, su descomposición política, social y moral solo sumen a Euskal Herria en un estado de desesperanza y falta de futuro que podrían acabar definitivamente con nuestro pueblo.

De ahí la necesidad de empezar a hacer nuestro propio camino, sumar las fuerzas suficientes como para presentarnos ante el mundo como un proyecto propio, libre de las ataduras que hoy nos amarran a proyectos fracasados y que no han traído para Euskal Herria más que sumisión, negación de nuestro ser, desigualdad y corrupción. Estamos seguros que la izquierda abertzale sabrá hacer frente a todos esos retos y seguir, junto a nuestro pueblo, aportando como siempre lo ha hecho en el camino hacia la independencia y el socialismo.

Sin embargo, la nueva estrategia puesta en marcha por la izquierda abertzale no ha estado exenta de desavenencias..

Siempre hemos vivido con tristeza estas situaciones que se han dado en el seno de la izquierda abertzale. Nuestro colectivo es plural, tanto como lo pueda ser la izquierda abertzale porque, precisamente y a pesar de la distancia, somos una pequeña parte de ella. Cuando se emprendió la nueva estrategia éramos conscientes de la posibilidad de que aparecieran diferentes sensibilidades en diversos temas. Pero ello no dio pie en ningún momento a plantearnos posibilidad alguna de ruptura, aunque también hay que reconocerlo, calentó los debates internos.

En la izquierda abertzale han surgido diferentes puntos de vista en algunos temas, en torno a encarar el tema de los represaliados políticos, las consecuencias del conflicto, y en la manera de enfrentar estos problemas y lograr una resolución a la situación de presos y refugiados.

Creemos firmemente que la unidad de la izquierda abertzale es un bien en si misma y que mantenerla es una prioridad absoluta por la que debemos trabajar todos y todas, poniendo sobre la mesa todos los medios. Como decía el Comandante Chávez: “Irreverencia en la discusión, pero lealtad en la acción...Unidad en la batalla para preservar la independencia nacional.”

Aquí en Venezuela, gracias a eso y a la unidad del movimiento revolucionario, unidad por la que luchó hasta sus últimos días el Comandante Chávez, es por lo que el imperialismo y sus aliados locales no han logrado destruir la revolución bolivariana. Sin esa fuerza y unidad que forjó Chávez hoy Venezuela no hubiera resistido los ataques feroces del imperialismo y habría seguido el doloroso camino del pueblo argentino o brasileño, tras la involución política y social que se ha dado en esos países. Un 8 de diciembre, en los momentos más difíciles de la revolución bolivariana, cuando ya era inminente su partida física el comandante Chávez lanzo una consigna extraordinaria que creemos muy valida también, hoy en día, para Euskal Herria: Unidad, lucha, batalla y victoria.

Unidad porque necesitamos de todos y todas, porque ella es la que nos protege de nuestros enemigo y nos hace fuertes. Lucha porque es el único camino para conseguir los objetivos que aspiramos como Pueblo. Batalla porque sólo mediante el compromiso diario y permanente daremos sentido y continuidad a más de 50 años de lucha. Victoria porque es nuestro destino ser un pueblo libre, soberano y socialista.

¿Algo para finalizar que deseen decir?

Un saludo solidario a todxs los que luchan por un mundo mejor, más libre, más solidario y más justo. Y un abrazo fraternal y revolucionario a todxs lxs presxs políticxs vascxs porque son ejemplo de dignidad y coherencia y día a día su lucha y su resistencia nos anima a seguir adelante. Desde estas líneas aprovechamos la ocasión para sumarnos a todas las iniciativas populares, a la campaña “Kalea, kalera!’’ presentada e impulsada por ex presos y ex refugiados políticos vascos y a todas las iniciativas del EPPK (Colectivo de Presxs Politicxs Vascxs).








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