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viernes, 18 de diciembre de 2015

Olentzero Arraun the World

Se acercan los festejos de solsticio de invierno y la gente tiende a mostrar la ternura y la empatía que luego no muestran el resto del año.

Es por eso que les hemos querido compartir esta nota vivificante publicada en EiTB:

El actor getxoztarra Iñigo Iraultza "Iru" recoge en un documental sus vivencias en el proyecto Olentzero Munduan, a través del que ha cumplido los deseos de emigrantes residentes en Euskal Herria.

En las fábulas y leyendas siempre, invariablemente, hay un final feliz para la historia: la abuelita siempre consigue salir de la tripa del lobo feroz que la engulló, y no hay ocasión en la que el patito feo no se convierta en un elegante cisne blanco.

Frente a ello, el terco discurrir del día a día se empecina en mostrarnos las diferencias entre realidad y ficción: en nuestras calles, a diferencia de lo que ocurría con la morada del tercer cerdito del cuento, los envites de deudas y bancos terminan por derrumbar las casas, independientemente de que estas estén construidas en ladrillo, combustible de paraísos fatuos. Es muy difícil escapar de la tripa del lobo, una vez has sido engullido.
Olentzero también se ausenta a veces de su cita con la ilusión de quien lo aguarda; no en todos los hogares, ya sea en Bilbao o en Manila, en Lekorne o en Tinduf, se dispone de dinero para comprar un poco de ilusión a los pequeños, y, en otros casos, quienes han llegado a nuestra tierra en busca de un refugio, huyendo de su lugar de origen hasta que la penuria escampe, no pueden hacer llegar regalos a sus seres queridos.

El actor getxoztarra Iñigo Iraultza “Iru” comprobó todo esto cuando trabajó representando a Olentzero en un barrio bilbaíno: “Estuve recogiendo cartas de niños, y vi que muchos menores migrantes me pedían regalos para los amigos y familiares que vivían en sus lugares de origen. Tirando de ese hilo, inventé el personaje del nieto de Olentzero, y comencé a recorrer el mundo haciendo llegar a otros rincones del mundo los regalos de los niños que viven en Euskal Herria”, cuenta.

En su empeño, Iru ha llegado ya a Senegal, Marruecos, los campamentos de refugiados de Tinduf, México, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Filipinas, desde que echó a andar hace ahora cinco años “compensando la escasez de medios con ganas e ilusión”. Vestido de Olentzero, hace llegar a sus destinatarios los regalos que los niños residentes en Euskal Herria envían a sus amigos y familiares. Además, como nos explica Iru, “no tienen por qué ser cosas materiales, muchos de ellos son cartas o videomensajes”.
Iru ha recopilado todos esos momentos vividos como contrabandista de felicidad en el documental “Olentzero Munduan. Arraun the World”, que se estrena este próximo martes, 22 de diciembre, a las 19:00 horas, en la escuela de música Andrés Isasi de Las Arenas (Getxo). Las invitaciones para la proyección se podrán retirar desde una hora antes de su comienzo.

El actor ha estado rodeado en este proyecto por Markel Redondo, fotógrafo leioaztarra afincado en Urruña; Iñigo Grijalba, psicólogo del centro Zabaloetxe habituado a trabajar con menores provenientes de África; y el cineasta Mikel Ramírez.

Los cuatro han plasmado en “Olentzero Munduan. Arraun the World” el trabajo realizado por el nieto de Olentzero durante estos años, afanado en unir lazos que la dictadura del dinero se encargó de separar, en zurcir remiendos de esperanza en el raído zurrón de Olentzero.





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