Un blog desde la diáspora y para la diáspora

sábado, 31 de diciembre de 2011

Termina el 2011



Sabemos que caemos en la convención social de cerrar un periodo decidido arbitrariamente hace ya mucho tiempo, pero así son las cosas y no podemos dejar ir el 2011 sin hacer un recuento de lo sucedido durante los últimos doce meses. Doce meses durante los cuales uno de los principales artífices de lo logrado este año permaneció tras las rejas, con el número de preso político 8719600510 sirviendo para una campaña solidaria en su favor. 2011 es una año que permanecerá como un hito para los vascos pues no todos los años un grupo reivindicativo decide abandonar la estrategia armada para dejar la lucha por la autodeterminación en manos de aquellos que han decidido encauzar el anhelo de todo un pueblo enlazándolo con muchas otras luchas; la del feminismo, la del indigenismo, la del ecologismo... la lucha de la izquierda de ayer y hoy.

Enero iniciaba con la gran marcha denominada Egin Dezagun Urratsa que tomó lugar el día 8 en Bilbo. Aún resonaba el eco de los miles de pasos cuando el primer sismo conmovió los cimientos del franquismo borbónico, el día 10, ETA anunciaba el alto el fuego permanente, general y verificable. Los españolazos y los españolitos se resquebrajaron bajo el peso de la historia y la comunidad internacional presencio el patético espectáculo ofrecido por políticos y líderes de opinión que respondieron a la declaración de ETA con las ya manidas respuestas de quienes se saben los violentos pero que durante décadas habían logrado manipular la percepción mundial para hacerse pasar como víctimas.

En marzo fuimos testigos de la cargada en contra de Sortu y la reacción solidaria por parte de la sociedad vasca. En abril el corazón de Euskal Herria entera se conmovió cuando José Mari Sagardui Gatza, el Mandela vasco, abandonaba la cárcel mostrando la entereza de un verdadero militante, cuando con un sencillo gesto hizo patente al piquete de inadaptados sociales que desde el otro lado de la carretera mostraba el odio que solo un pueblo enfermo de anacrónico colonialismo puede experimentar cuan equivocada es la represiva estrategia carcelaria implementada en contra de los que han plantado cara al fascismo europeo más cutre y retrógrada.

Con la primavera surgieron unas extrañas florecillas en el suelo del estado español, los Indignados, movimiento con poca repercusión en Hegoalde, donde la juventud ha estado en movimiento durante décadas. Y los Indignados pronto mostrarían que ellos antes españoles que indignados cuando en Bilbo declararon que ellos "pasaban de nacionalismos", de nacionalismo libertario vasco les faltó decir. Y tan españolazo y teledirgido ha sido el asunto de los Indignados que nunca se sumaron a las movilizaciones que se  sucedieron en suelo vasco, como fue el caso específico de Kukutza.

En junio se sucedieron una a una las adhesiones al proceso de paz para Nabarra, desde Irlanda hasta Sudáfrica. Pero Madrid respondió como Madrid sabe responder y una vez más reacciono ante el internacionalismo solidario con la globalización de su estrategia represiva, recurriendo a sus empleadillos mexicanos para tal efecto.

En julio la oligarquía española se volvió a cimbrar cuando el electorado vasco mostró al mundo que su apuesta era no solo reivindicativa sino de izquierda por medio de Bildu. Una vez más la maquinaria propagandística se puso a trabajar recurriendo al hipócrita victimismo. Pero los españoles grandotes y chiquitos estaban muy distraídos con el colapso del franquismo progre de Zapatero y Rubalcaba como para poner atención a lo que sucedía en las colonias.

Y en esas revolturas se llevó a cabo la Conferencia por la Paz en Donostia, y siguió la fecha en que todo se derrumbó para los españolazos, el anuncio de ETA en el cual anunciaba al mundo que en sintonía con lo sucedido en la capital gipuzkoana se le decía un adiós definitivo a la lucha armada.

Pero en lo electoral el año aún no terminaba y el 20 de noviembre el electorado vasco habló una vez más, decantándose por Amaiur como la opción más congruente y por PNV nomas por costumbre, pero asestando un durísimo golpe al monstruo bicéfalo franquista y sus filiales en la CAV. No así en Nafarroa donde el inquietante desinterés por tomar las riendas de su destino polítco continuó, pero donde por lo menos ya se ve la luz al final del túnel.

Diciembre transcurrió con el normal inmovilismo español, ya veremos lo que nos traiga el 2012.



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Mensaje de Fin de Año

Les compartimos este texto publicado en la página de Orange:


Los agentes políticos, sindicales y sociales firmantes del Acuerdo de Gernika han pedido hoy al Gobierno y al PP que 'escuchen el clamor de la sociedad vasca y den pasos', el primero de los cuales debe ser, en su opinión, la modificación de la 'inhumana' política penitenciaria aplicada a los presos de ETA.
Quince integrantes del Acuerdo de Gernika han participado esta mañana en Bilbao en una rueda de prensa en la que Lorena Bilbao, en euskera, y Jon Garai, en castellano, han hecho balance del año 2011, que cierran, han dicho, mostrando su 'reconocimiento para con todas las víctimas del conflicto'.
Los firmantes del Acuerdo de Gernika, entre los que figuran la izquierda abertzale, EA y Aralar, han pedido al Ejecutivo de Mariano Rajoy y a su partido que 'no continúen siendo presos de sus propias palabras y de sus principios por más tiempo'.
'Escuchen el clamor de la sociedad vasca y permítanse hacerle caso', han emplazado los portavoces del colectivo, al tiempo que han señalado que 'para que este nuevo escenario avance, ustedes también tienen que empezar a dar pasos' y que 'el primero de ellos debe ser el respeto a los derechos básicos de los presos'.
Han reclamado que los reclusos etarras gravemente enfermos, aquellos que 'tienen cumplida su condena' o quienes reúnen los requisitos para estar en libertad condicional sean liberados y que el resto de presos sean trasladados 'inmediatamente a cárceles de Euskadi Herria'.
'Para solucionar el conflicto queremos a los presos en casa', han advertido.
Los firmantes del Acuerdo de Gernika han considerado que 2011 ha sido 'el año de la esperanza' por la celebración de la Conferencia Internacional de San Sebastián sobre el final del terrorismo 'y, sobre todo, por la histórica decisión de ETA al anunciar el cese definitivo de su actividad armada' el pasado 20 de octubre.
Ahora, han señalado, les corresponde a los Gobiernos español y francés y a los partidos políticos 'de Euskal Herria' actuar con 'responsabilidad' y 'comenzar a caminar'.
'La historia será testigo, pero será la sociedad vasca quien juzgue a cada cual', han avisado ambos portavoces y han asegurado que se trata de una 'ocasión inmejorable' para 'cerrar definitivamente un conflicto histórico', cuya resolución debe basarse 'en un proceso sin vencedores ni vencidos'.
En cualquier caso, han criticado que el Gobierno español opte por el 'bloqueo y enquistamiento del conflicto' y el francés haya 'huido de toda responsabilidad, como si el conflicto no fuera con él, delegado siempre en el Estado español'.
También han criticado que persista la ilegalización de formaciones de la izquierda abertzale, que en 2011 hayan continuado las detenciones en el entorno etarra, pese a que el 8 de enero ETA decretó un alto el fuego permanente y general, y también han censurado que continúe 'el peligro de tortura'.
El 'Acuerdo para un escenario de paz y soluciones democráticas' fue presentado en Gernika el 25 de septiembre del año pasado por la izquierda abertzale, EA, Aralar, Alternatiba y la formación política francesa AB, y en el mismo se pedía a ETA un 'alto el fuego permanente, unilateral y verificable' y cambios en la política penitencia, entre otros aspectos.



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Fin de Año a la Kafka


Sin más preámbulos, para que ustedes saquen sus propias conclusiones, les compartimos esta nota publicada en Diario Vasco:

Garitano, Egibar, Arriola y Sémper, representantes de los cuatro grandes partidos vascos, aceptan la invitación de DV de reunirse para conmemorar el cierre del año que ha visto el fin de la violencia de ETA. Bildu, PNV, PSE y PP coinciden en desear para 2012 que «todos seamos capaces de lograr un mínimo común para construir la convivencia» 
Jorge Sainz
Euskadi es, probablemente, de los pocos lugares que cerrará 2011 con una sonrisa. Con la crisis azotando la economía mundial, el año que termina no ha sido precisamente pródigo en buenas noticias. El País Vasco no es ajeno a las tormentas financieras pero el 20 de octubre recibió la noticia más deseada en décadas: el anuncio de ETA de abandonar definitivamente la violencia. Por ello, como colofón a este año de la paz, DV ha reunido a los principales representantes guipuzcoanos de las cuatro grandes sensibilidades políticas vascas. El diputado general, Martin Garitano (Bildu), Joseba Egibar (PNV), Iñaki Arriola (PSE-EE) y Borja Sémper (PP) accedieron a la invitación, en un primer paso para intentar apuntalar la definitiva normalización. «En 2012 hay que construir el futuro entre todos, sólo a través de la palabra, y buscar un mínimo común para la convivencia». Ésta fue la principal conclusión compartida, con los matices de cada uno, de la cita en el Kursaal donostiarra.
La imagen de lo que se denomina «las cuatro culturas políticas vascas» juntas y en paz, una fotografía prácticamente inédita fuera del contexto de los debates electorales, es una primera consecuencia del nuevo tiempo abierto. El encuentro se desarrolla en un ambiente cordial, aunque guardando las inevitables distancias, sobre todo al principio. El debate improvisado mientras los fotógrafos preparan sus ángulos y enfoques también evidencia que queda mucho camino por recorrer.
Joseba Egibar, que acude solo, es el primero en llegar al palacio de congresos donostiarra, poco antes de las cinco de la tarde. Con ropa informal, como había pactado de víspera con Sémper, recibe a los pocos minutos el saludo en euskera de Arriola. El socialista viene escoltado y con el 'traje' de consejero, corbata incluida. Tiene el tiempo justo para fumarse un pitillo, ya que, cuando el reloj marca la hora fijada, llegan al alimón, aunque cada uno por su lado, el diputado general y Sémper, éste con una discreta escolta. En ambos casos, acuden con atuendo sin protocolos y acompañados por sus responsables de Comunicación.
Los cuatro políticos se conocen desde hace tiempo, salvo en el caso de Garitano y Sémper, pertenecientes a generaciones diferentes y a mundos políticos situados en las antípodas. Pero ambos, de carácter extrovertido, rompen el hielo enseguida. «Te conozco de verte en las tertulias de Teledonosti», le dice el diputado general al dirigente popular. «Y yo de verte y escucharte en tertulias con otros periodistas», responde Sémper.
Lluvia y bromas
La lluvia obligó a hacer las fotografías en el interior del Kursaal, escenario en estos años de tantos mítines y actos sociales de los distintos partidos. «Es el tiempo típico del país», coinciden los presentes mientras miran la bruma y el mar desde las amplias cristaleras del foyer del Kursaal.
Las heridas de tantos años de violencia tardarán todavía tiempo en cicatrizar. Quizás por eso, tras el primer saludo de rigor se impone cierta frialdad entre los presentes, aunque poco a poco entrarán en calor y el encuentro derivará en multitud de anécdotas. Garitano pregunta, algo desconcertado, por el objetivo final del encuentro. «Va a ser más fácil que lo de Nochebuena», le tranquilizan en alusión a su actuación musical en un programa de villancicos en euskera en la televisión pública vasca. Una intervención muy comentada y que le vale algunas chanzas. «Tenía que haber estado Arnaldo», responde medio en broma medio en serio el diputado general, que durante la emisión lució en una camiseta el número de preso del exportavoz de la todavía ilegalizada izquierda abertzale.
El objetivo de la reunión del Kursaal es tan sencillo como tomar unas fotos juntos y realizar una valoración de lo que ha supuesto este año, el del fin de la violencia de ETA, y de lo que puede deparar el 2012 que se inaugura mañana, ya con Mariano Rajoy y el PP al frente del Gobierno de España. Aquí se desata la vena política de los protagonistas. La espontaneidad deseada por el periodista se ve eclipsada por la rigidez de las respuestas.
«Ha concluido una parte de la violencia, pero la otra sigue ahí, y esperamos que 2012 sea un año en el que podamos avanzar muchísimo en la resolución de un conflicto que impide todavía que la convivencia sea perfecta», arranca Garitano. Arriola, por su parte, se queda con «los años de lucha y sufrimiento con compañeros y amigos que han quedado en el camino y tanta gente que ha sufrido la sinrazón del terrorismo». Por ello, el dirigente socialista llama a «aprovechar la oportunidad de construir la libertad y la convivencia porque Euskadi es un país maravilloso».
Egibar agrega que el final de la violencia de ETA «ha sido una gran noticia». La gran enseñanza, a juicio del líder del PNV, debe ser «un futuro basado en el respeto, para ver las consecuencias de esa estrategia equivocada, tanto en las víctimas como en las personas privadas de libertad, y el respeto a los derechos humanos y a las decisiones libre y democráticamente adoptadas por la ciudadanía vasca». Sémper remata que «sin totalitarismos ni bombas ni tiros en nuestras calles, por fin los vascos podemos homologarnos con las sociedades modernas que nos rodean, vamos a poder dirimir las diferencias con la palabra en las instituciones. 2012 va a ser un año muy importante para eso».
Acuerdos y desacuerdos
Los deseos para el nuevo año sacan a la superficie las coincidencias entre los miembros de Bildu, PNV, PSE-EE y PP. Todos hablan de «buscar acuerdos y puntos de encuentro. De construir la convivencia con la palabra». Pero al mismo tiempo, las importantes diferencias convierten por unos instantes el silencioso vestíbulo del Kursaal en un improvisado Parlamento.
«Hay una realidad con 700 presos y la negación de la existencia del país y sus derechos», denuncia el representante de la sensibilidad de la izquierda abertzale. Arriola, por el contrario, fija la prioridad en la disolución de ETA. «Espero que pase de hacer anuncios a desaparecer. Eso permitirá a todos poner en la mesa sus propuestas políticas».
Egibar apuesta por «una convivencia democrática pero no amnésica, porque se han conculcado derechos humanos de muchas personas», y critica que «el Estado español se autodefine como plurinacional pero niega el carácter nacional del pueblo vasco y su derecho a decidir, lo que constituye la raíz del conflicto político». Una mención que matiza el representante del PP: «Las sociedades modernas están llenas de conflictos, si no, no serían libres ni modernas ni democráticas. Son los ciudadanos quienes resolvemos nuestros conflictos; eso sí, con la palabra, sin insultos ni etiquetas ni menosprecios».
Pero lo que caldea definitivamente el ambiente, ante la mirada algo atónita de Sémper y Egibar, es el choque dialéctico entre Garitano y Arriola. «Lo único que pido es que España reconozca al pueblo vasco como hace la Enciclopedia Británica, que habla de un territorio situado entre el Adour y el Ebro, y es la Enciclopedia Británica, no un texto de Sabino Arana, Telesforo Monzón o 'Argala'», defiende con vehemencia el diputado general. Arriola replica que «hay una realidad cultural que es Euskal Herria, pero eso es una cosa y otra la realidad política, que en este caso no la he visto en los libros de historia». «Pues está en la Enciclopedia Británica, por la letra 'E'», insiste Garitano. «Pues será mirando con lupa», zanja el socialista con su habitual sorna.
El debate amenaza con convertirse en un círculo vicioso y la luz comienza a escasear, así que los fotógrafos cortan por lo sano. A las órdenes del reportero gráfico, los políticos se relajan. Sentados en un sofá, al estilo de la «foto de Vogue de las ministras», como recalca con humor Garitano, el reportero gráfico dispara.
Recelos y unas cervezas
Los comentarios jocosos surgen entre los cuatro, aunque todavía hay recelos. Así, el representante del PP se muestra reacio a agarrarse del hombro con el miembro de Bildu. Falta todavía tiempo y pasos para que una cámara puede registrar esa imagen, que será un síntoma de que las cosas han avanzado lo suficiente. Los protagonistas tratan de quitar hierro al asunto. «Si ya no te van a decir nada, si ya han elegido a los ministros», responde en broma Garitano a Sémper. «No, si lo hago para que a ti no te prohíban entrar en la herriko taberna», contraataca el presidente de PP guipuzcoano.
Pero no acabó ahí el asunto. Sémper alude a la visita del portavoz de Amaiur al rey y pregunta al diputado general por qué él se ha negado sistemáticamente a asistir en Gipuzkoa a varias inauguraciones junto a miembros de la Casa Real. «Es que aquí no hace falta, porque el museo está en nuestro país y lo inauguramos nosotros», argumenta convencido Garitano.
Estos rifirrafes no impiden que el representante de la izquierda abertzale y el del PP acaben intercambiando gestos de respeto y hasta de cierta cordialidad. Más confianza parece haber, en todo caso, entre el presidente del PP de Gipuzkoa y su homólogo del PNV. «Ya les digo yo a mis compañeros que no eres tan malo como te pintan», espeta Sémper a Egibar ante la cara de sorpresa del dirigente jeltzale.
La sesión concluye y todos coinciden en destacar lo «a gusto» que han estado. Y a fe que fue así porque, para sorpresa del periodista, las prisas iniciales por terminar rápido, se transforman en parsimonia y ganas de ir a tomar todos juntos unas cervezas al bar de enfrente. Así, la sesión fotográfíca se alarga en una especie de tercer tiempo, en torno a una barra, recordando viejas historias de los nacionalistas vascos en sus viajes a Madrid, y deseando que el nuevo año, efectivamente, ayude a que encuentros como el del Kursaal no sean algo extraordinario.


Ojo con quién asumió la postura más ultra españolista no ha sido el pepero Sémper... sino el sociata Arriola, un vasquito que mucho mucho no sabe de la historia de su pueblo, del que reniega. 

Para los que luego dicen que exageramos cuando decimos que el PSOE no es mas que la izquierda del franquismo borbónico.






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El Protagonismo de Euskal Herria

En su espacio habitual de Gara, el periodista Iñaki Iriondo nos hace entrega de un balance del 2011 con el que deja muy claro que el pueblo vasco no piensa dejar su destino en manos de otros.

Lean por favor:


2011 ha sido el año del paso de la teoría a la transformación del mapa político de Euskal Herria, como avanzábamos en estas mismas páginas hace hoy 365 días. Ahora, 2012 se presenta como el tiempo en el que deben empezar a recogerse algunos frutos y romper barreras exteriores.

Iñaki Iriondo

El tercer trimestre de 2009 y todo el 2010 fueron los meses de la ciaboga en la izquierda abertzale. 2011 arrancó de inmediato como el año de la plasmación de la nueva estrategia de la izquierda abertzale en la transformación del mapa político vasco. El alto el fuego de ETA en enero, el intento de legalización de Sortu, la suma de fuerzas en torno a Bildu para las elecciones municipales y forales de mayo, la Conferencia Internacional de Aiete, la histórica decisión de fin de la actividad armada en octubre, la obtención de siete diputados y tres senadores por Amaiur en los comicios de noviembre y la posición fijada por el Acuerdo de Gernika en torno a todas las víctimas son la base para que 2012 sea el año en el que se puedan comenzar a recoger algunos frutos del nuevo tiempo político. Para ello será sustancial el impulso de los sectores sociales y políticos vascos que desean el cambio -y que se espera tenga una primera muestra colosal el próximo sábado en las calles de Bilbo-, que podrán contar con la ayuda de los agentes internacionales que ya se han comprometido con la resolución del conflicto. El Gobierno de Mariano Rajoy ya ha dado muestras desde su arranque de que no se va a mover por propia voluntad.

Cualquiera que se hubiera marchado de Euskal Herria en verano de 2009 y volviera ahora, sin haber tenido durante este tiempo noticias del país, no saldría de su asombro por la enorme transformación política que se ha vivido en tan poco tiempo. Por eso, la pose adoptada por el Gobierno español de que «nada es suficiente» hasta la disolución de ETA no es más que una posición táctica para tratar de obtener ventaja política e incluso partidista.

El arranque de 2012 va a estar marcado -en la calle, en los despachos y en las instituciones- por la exigencia de que se respeten los derechos de los presos políticos. La demanda de cambios en la política penitenciaria es ya claramente mayoritaria en Euskal Herria y son muy amplios los sectores que lo ven no sólo como una necesidad en sí misma, sino como un paso imprescindible en el asentamiento de un nuevo escenario y un nuevo clima de relaciones políticas.

La reivindicación va a estar en las calles, pero también en los contactos de los responsables de Interior de Lakua y Madrid y en la reunión que mantenga el lehendakari, Patxi López, con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy. Y se tratará también en las Cortes españolas, porque el PNV ya se apresuró a incluir la exigencia de una política penitenciaria «más flexible» en el paquete de las primeras iniciativas que registró en el Congreso de los Diputados.

El Gobierno español pondrá mucho interés en que los pasos (probablemente todavía nimios) que dé sean interpretados por la ciudadanía como un fruto del concierto entre «los demócratas» y no como una reivindicación arrancada por la movilización social, una estrategia que los sectores que históricamente han estado involucrados en la lucha por los presos habrán de saber lidiar.

Cualquier movimiento en política penitenciaria va a venir acompañado de las protestas de las asociaciones de víctimas de ETA, convertidas en poder fáctico y utilizadas por los sectores más extremistas del unionismo. La cuestión de la «memoria» va a ser terreno de batalla en los próximos meses. Pero el mero hecho de que PSOE y PP sientan la necesidad de construir una «memoria» acorde a sus intereses evidencia a las claras que la mayoría social vasca recuerda perfectamente en qué parámetros se ha movido el conflicto en los últimos cincuenta años. Parlamentarios vascos acudirán en los próximos días a Chile para conocer las experiencias desarrolladas allí. ¿Pretenderán luego convencernos de que el ejemplo es trasladable sustituyendo a Pinochet por ETA, cuando este pueblo tiene tan reciente el recuerdo del franquismo?

En todo caso, el terreno del reconocimiento y la reparación de las víctimas es también otro de los campos en los que la izquierda abertzale está dispuesta a dar nuevos pasos unilaterales. Avanzará en lo declarado ya por el Acuerdo de Gernika el pasado 17 de diciembre en la Casa de la Paz de Aiete, sobre la base de la muestra de pesar y de la pasada falta de sensibilidad hacia el dolor ajeno.

Y mientras la izquierda abertzale da pasos, el Estado sigue atascado en prácticas represivas y obstruccionistas como la ilegalización de Sortu, sobre la que el Tribunal Constitucional habrá de dictar una resolución este año (o no). Resulta claramente definitorio del nivel democrático del Estado español que una cuestión que afecta directamente a la base misma del sistema, como es la del pluralismo político, se mantenga aparcada durante largos meses cuando la experiencia muestra que puede resolverse en horas, como en periodo electoral.

Ni la presencia electoral de Bildu ni la de Amaiur resuelven el déficit democrático que supone que la izquierda abertzale no tenga legalizado un partido propio, lo que le obliga a seguir organizada en estructuras de tipo clandestino, padeciendo además un continuo hostigamiento de seguimientos policiales.

Mientras el resto de fuerzas cuentan con sedes, estructuras públicas, subvenciones, la posibilidad de pedir préstamos o de operar con sus fondos a través de entidades bancarias, la izquierda abertzale debe competir prácticamente atada de pies y manos.

Además, mientras no cuente con un partido legalizado, sus dirigentes y militantes más significativos siguen sin poder presentarse a las elecciones, y los cargos de cada legislatura han quedado «contaminados» para la posterior, lo que obligó en las elecciones habidas a lo largo de 2011 a recurrir para puestos de responsabilidad foral y municipal a personas muy valiosas, con enorme capacidad de compromiso, pero sin experiencia institucional anterior.

Tampoco cabe olvidar que los principales líderes de la izquierda abertzale se encuentran en estos momentos encarcelados unos y con la amenaza de fuertes condenas de prisión la mayoría. El Tribunal Supremo habrá de resolver en los próximos meses el recurso presentado contra la irracional condena de diez y ocho años de cárcel que mantiene en prisión a Arnaldo Otegi, Rafa Díez, Miren Zabaleta, Arkaitz Rodríguez y Sonia Jacinto, artífices del cambio estratégico de la izquierda abertzale que ha llevado al fin de la lucha armada, y paradójicamente condenados como dirigentes o miembros de una organización armada.

Pero, además, sobre decenas de ex mahaikides, parlamentarios y dirigentes de Herri Batasuna, Batasuna, Euskal Herritarrok, EHAK, D3M, ANV o HZ hay pendientes causas judiciales en las que la Fiscalía y las acusaciones particulares piden graves condenas judiciales. Un sinsentido en su día que resulta grotesco en este nuevo tiempo abierto en el país y que habrá que ver en qué términos se acaba resolviendo, después de tantas demoras y retrasos.

Pero pese al acoso del Estado, las fuerzas abertzales y soberanistas de izquierda mantienen un proceso de convergencia y unidad que en en las pasadas elecciones a Cortes estatales cristalizó en el éxito de Amaiur y que todo hace augurar que conocerá nuevos pasos en el año entrante. Con la legalización de Sortu, este sector podrá caminar hacia uniones más estructuradas que meras coaliciones electorales, si cada una de las partes lo considera conveniente. Un proceso que se está dando al sur del Bidasoa, pero también al norte.

La izquierda abertzale, EA y Alternatiba tienen ya el acuerdo, "Euskal Herria Ezkerretik'', sucrito pronto hará un año. Y Aralar viene dando muestras, desde su último congreso, de que también avanza hacia la unión de fuerzas independentistas y de izquierda, pese a las resistencias internas que se salvarán por los cauces democráticos internos.

Todo ello puede llevar a una simplificación del mapa electoral de cara a las elecciones autonómicas de la CAV que muchos auguran ya para el próximo otoño. El «interés de Estado» llevará al PP de Rajoy y Basagoiti a no dejar caer al Gobierno unionista que encabeza Patxi López, pero todo el mundo sabe que con unos comicios en igualdad de condiciones, la presencia del PSE en Lehendakaritza tiene los días contados y que su sustituto no va a ser el PP. Es más, los movimientos en materia fiscal en Bizkaia y Araba, el reciente acuerdo derechista para copar Kutxabank y las necesidades futuras de«apoyo moral» que pueda precisar el nuevo inquilino de la Moncloa hacen pensar que el partido de Basagoiti aspira a convertirse en el sostén del regreso jeltzale a Ajuria Enea, que el PP justificaría fácilmente en la necesidad de cortar el paso al independentismo de izquierdas, y que un PNV cada vez más «vizcaino» y ávido de poder aceptaría de buen grado.

Los jeltzales iniciarán el año con la renovación del EBB y todo indica que los equilibrios internos de poder se deslizarán hacia un reforzamiento de las tesis de Iñigo Urkullu, quien en las últimas elecciones ya afeó las tendencias «identitarias» de la mayoría guipuzcoana y las contrapuso al «modelo PNV». En Araba ese cambio ha arrancado con la elección al EBB.

Y después de la renovación de las estructuras internas nacionales y regionales, los jeltzales deberán decidir quién es la persona que encarnará ese «modelo PNV» como candidato a lehendakari.

Pero al margen de las elecciones, 2012 será año para ir asentando las bases de un marco democrático, tarea que recae sobre los sectores de la ciudadanía vasca que lo consideran inaplazable. Ensanchar los consensos en Euskal Herria y mantener la implicación de los apoyos internacionales obtenidos se perfila como la estrategia más razonable para avanzar en este camino.

La fuerza de Euskal Herria y la mirada vigilante y comprometida del mundo aparecen como protagonistas de este 2012 que arranca con mucha fuerza.






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Ayer, Hoy y Mañana

En 2011, la sociedad vasca le ha dado un vuelco al tema pendiente del conflicto generado por la violencia ejercida tanto por Madrid y París en su obsesión por perpetuar su dominio colonial sobre una nación histórica poseedora de derechos civiles y políticos.

De eso y más nos habla este reportaje publicado por Gara en su edición de cierre de año:


La última Nochevieja la pasaron en prisión, pero en 2011 han vuelto a casa. Ha ocurrido en un momento inédito, marcado por el cese definitivo de la lucha armada de ETA. Algunas cosas han cambiado, otras se empiezan a mover y el resto sigue siendo un reto pendiente para 2012. Y, entre todas, una prioritaria: la situación de los presos, sobre que la que tienen mucho que decir. GARA ha interpelado a ocho ex presos sobre un pasado muy cercano, un presente apasionante y un futuro que no está escrito.

Ramón Sola

Se habla y escribe mucho sobre ellos -y más que nunca ahora-, pero se habla poco con ellos. Y voces dispuestas no faltan, como las ocho aportaciones que ha recogido GARA para que sirvan de puente entre la cárcel y la calle, entre 2011 y 2012, entre el pasado en prisión que tienen muy vivo y un futuro ilusionante, pero incierto a la vez. Todos ellos comenzaron este año que acaba hoy al otro lado de unas rejas y ahora están libres, en un momento muy especial que dota aún de más interés a sus testimonios.

Entre ellos hay casos muy diversos, por edad, por procedencia, por historia personal, por tipo de militancia... Kandido Zubikarai (Ondarroa) no pisaba la calle desde los años 80, ya que se ha pasado encerrado los últimos 22. Cerca de dos décadas de prisión llevan también sobre sus espaldas Joxe Mari Mujika (Orereta) y Jabi Lazkano (Bergara). Iker Casanova (Barakaldo) ha entrado y salido desde 2002. Alberto López (Barañain) está libre hace dos semanas, pero no del todo: sigue a la espera de la sentencia. Olatz Izagirre (Urnieta) y Ion Telleria (Idiazabal) son dos de los múltiples jóvenes independentistas que ya saben qué es la prisión. Y Eñaut Aramendi (Urruña) aporta la experiencia menos conocida de las cárceles del Estado francés.

GARA les ha planteado a todos ellos tres cuestiones comunes que tienen que ver con el ayer, con el hoy y con el mañana. El objetivo era formar un mosaico de opiniones que reflejen y resuman la situación que han dejado en prisión, las expectativas actuales y las posibilidades futuras, a pocas horas de entrar en un 2012 en el que el tema de los presos irrumpe como preocupación social urgente y, por vez primera, como punto principal en las agendas políticas. Y todo ello teniendo a la vuelta de la esquina la movilización del 7 de enero. El año pasado no pudieron estar en Bilbo, pero esta vez sí. Empezamos por detallar lo que acaban de dejar atrás.

Ayer | Política carcelaria, la pesadilla que  no cesa, crece

«Preso egon denaren gogoa gartzelara itzultzen da beti», escribía Joseba Sarrionandia hace ya unos cuantos años. Y la mente vuelve aún con más intensidad a la cárcel si todo está muy reciente y todo ha sido muy largo. Este es el caso de Joxe Mari Mujika, Jitxo, que se ha pasado media vida en prisión: entró con 22 años y salió el pasado mayo con 42. Su recuerdo más duro se remonta a 1995, cuando falleció su padre. «Estaba en Meco. Hice todos los papeles, entregué todo, y al día siguiente el funcionario me llamó y me dijo: `Te vas'. Pensaba que salíamos para Martutene, pero no, me llevaron a Cartagena. No me subieron a Donostia hasta un mes después de que muriera».

Muchos afirman que la política carcelaria no ha dejado de ir a peor desde que se implantó oficialmente la dispersión, hace un cuarto de siglo. Mujika es uno de ellos: «Sí, han ido apretando y apretando en todo: fuera el polideportivo, fuera la UPV, fuera las llamadas, trabas al vis a vis, los cacheos... Buscan romper `la roca', como decimos nosotros allá dentro».

Por su extenso periplo, Zubikarai es el más autorizado para confirmarlo, y lo hace sin vacilación: «Sin duda. La situación actual es la peor en mucho tiempo. Vieron que la política de arrepentimiento fracasaba y por eso han incrementado la represión -entiende-. En mi caso, les pareció poco aplicar la doctrina 197/06 y me tuvieron cuatro meses más en prisión, de modo que me la aplicaron dos veces. Pusimos una denuncia por este tema, y ya veremos qué pasa». En cualquier caso, ya será tarde; debía estar en Ondarroa desde 2006 y no ha podido salir hasta setiembre de este año.

Iker Casanova ha percibido lo mismo, pero en un periodo más corto; apenas una década, en la que siete años y medio han sido de gobiernos del PSOE: «Desde que entré en contacto con el medio penitenciario en 2002, todo lo que he conocido, salvo pequeñas excepciones y variaciones de cárcel a cárcel, han sido retrocesos», explica. Tiene constatado que esta deriva «se agudizó tras la ruptura del proceso de diálogo de 2006-2007; en los últimos años el Estado ha estado realmente obsesionado por romper el Colectivo y utilizar la situación en las cárceles para condicionar la estrategia política de la izquierda abertzale», asegura.

Para Alberto López Iborra han sido tres años de «experiencia», y también siempre a peor hasta en detalles aparentemente menores pero esenciales para alguien que está preso, «como la calefacción o el agua caliente, con las que hemos tenido condiciones límite. Con pequeños matices y variaciones, pero continúan utilizando la política penitenciaria como un mero chantaje -valora-. Nos separan en diferentes módulos, imponen situaciones de aislamiento, de práctica imposibilidad para realizar actividades, control asfixiante de las comunicaciones...»

A Ion Telleria le ha tocado convivir con dos presos enfermos y ver que «la dirección les ha negado una atención sanitaria adecuada, incluso en situaciones extremas». Subraya igualmente que en el tiempo que ha estado al otro lado de los muros, «no he visto ni un solo paso para mejorar las condiciones de vida, a excepción de los que se han logrado como consecuencia de dinámicas de lucha». Olatz Izagirre añade en su caso concreto la relación con las funcionarias de Soto del Real (Madrid): «Ha sido muy tensa, sobre todo con las compañeras que estaban en galerías de aislamiento. Tres han sido golpeadas por la impunidad que existe ahí».

El aislamiento es también uno de los peores recuerdos en la memoria de Jabi Lazkano, con dieciocho años de prisión recién dejados atrás (salió en noviembre). Quince de ellos los pasó en Alcazar de San Juan, «siempre en primer grado, en unas celdas muy pequeñas... Aquello está en medio de La Mancha y nos sacaban al patio a las 13.30. Recuerdo que en verano nos apelotonábamos para pillar el medio metro de sombra que había. Pero bueno, hacíamos un bonito grupo», señala, como queriendo repescar de la mente recuerdos más dulces.

Tras haber pasado un año en prisión, Eñaut Aramendi también apunta la importancia del apoyo mutuo: «Lo importante cuando entras a una cárcel es que haya presos políticos vascos -asegura con rotunidad-. Ahí se ve qué es la solidaridad; en mi caso, tengo mucho que agradecer a todos los kides de La Santé, aupa zuek!». Al margen de ello, a este vecino de Urruña le ha llamado la atención la dificultad extrema para conseguir cualquier cosa en prisión: «En nuestro caso, pedirlo al director no basta. Tienen que tener permiso de los jueces de París para decidir, y por eso la respuesta suele ser no. También en la cárcel la lucha es el único camino -resume-. En Chateauroux nos quitaban la ropa limpia que nos metían del exterior por poner 'prisonnier politique basque'».

Hoy | Las decisiones de EPPK, una puerta muy abierta

El cambio de año llega tras un trimeste en que el Colectivo de Presos Políticos (EPPK) ha dado pasos significativos, de los que los consultados han sido partícipes: la firma del Acuerdo de Gernika, la activación de peticiones de libertad y repatriación, el anuncio de un debate interno.... Obviamente no se asientan en el vacío, sino en un nuevo tiempo marcado por la decisión de ETA de dejar la lucha armada definitivamente.

¿Qué camino pueden abrir? La pregunta da paso a respuestas más variadas. Comencemos ahora por los jóvenes. Olatz Izagirre entiende que las decisiones de EPPK «tienen una importancia grande, muy grande», porque «los presos políticos vascos son consecuencia directa del conflicto político, y por eso tienen que tener un papel activo, tienen que ser sujeto político en el proceso democrático que se ha abierto. Los pasos de EPPK van en esa dirección, porque tanto en la calle como dentro hay que luchar para traer a los presos a casa y para la solución democrática».

Casanova abre el foco para dar un contexto amplio a la respuesta: «La decisión unilateral de ETA ha dejado al Estado como el único actor que emplea la violencia. Los movimientos de EPPK contribuyen a resaltar ese inmovilismo del Estado y lo dejan en una situación muy complicada ante la opinión pública vasca, incluso para algunos sectores españolistas». Admite que «no va a ser fácil» lograr un escenario de solución política y sin presos, pero constata que hoy «la posición ideológica de los sectores democráticos vascos que demandan un escenario sin ningún tipo de imposición violenta es muy fuerte, irrebatible en términos democráticos, y aunque no se logren todos los objetivos el año próximo, es indudable que se va a seguir ganando terreno, tal y como ya está sucediendo».

Su opinión se asemeja a la de Telleria, que se expresa así: «Yo creo que estos pasos muestran la voluntad inequívoca del colectivo. Y a su vez, el silencio e inmovilismo por respuesta muestran que esa voluntad no es correspondida por los gobiernos de turno de Madrid y París. Son pasos que sortean las excusas esgrimidas por políticos profesionales que desconocen la realidad social y política de este país. Y demuestran una vez más que EPPK ni ha sido, ni es, ni será nunca obstáculo para la solución, sino un agente activo y comprometido con las reivindicaciones de este país».

«Importante» es también el término que usa Aramendi para valorar estas iniciativas. Pero avisa acto seguido de que «sólo tendrán consecuencias si la gente se implica en favor de esas reivindicaciones». El urruñara hace hincapié en que hay experiencia sobrada para constatar que los estados siempre tratan de utilizar a los presos y augura que «también ahora intentarán romper el colectivo». En concreto, dice, ofreciendo a los presos excarcelaciones en determinadas condiciones de cumplimiento de «las leyes que nos han impuesto».

Alberto López considera que «es lógico que las decisiones estén en consonancia a los movimientos políticos acontecidos en Euskal Herria en los últimos meses. Ahora bien, de momento no veo a los estados con voluntad de dar pasos positivos en esta materia, por lo que la presión desde todos los ámbitos es imprescindible». Este joven navarro apunta otro dato: «Debo decir que los impedimentos que el colectivo ha tenido a la hora de participar en estas decisiones han sido numerosos».

Lo corrobora uno de los veteranos, Jabi Lazkano, que se plantea incluso si esas decisiones se pudieron tomar antes, pero matiza acto seguido que «no es fácil hacerlo» en las condiciones que existen en prisión. Sea como fuere, tiene claro que son acertadas: «Las veo como pasos dentro de un camino que hemos abierto y que tenemos que ir recorriendo así, paso a paso. Ellos se llenan la boca con su `legalidad' y ésta es una manera de decirles: 'pues ahí tenéis'». Eso no implica que las decisiones vayan a tener efecto automático, matiza en coincidencia con otros ex presos: «Incluso diría que soy pesimista, pero cada preso que vuelva a casa, aunque sea uno solamente, ya es muy importante».

También Mujika pone en valor antes que nada el proceso interno que ha llevado a estas decisiones: «Que en unas condiciones tan duras haya habido un debate y haya salido lo que ha salido, creo que es un activo muy importante y muy positivo. Se trata de pedir lo que nos corresponde, dentro de un bloque colectivo, y a la vez dar impulso a una vía que nos puede llevar a lograr los objetivos. ¿Si creo que se conseguirá? Creo que sí, aunque va a costar bastante. El aparato represivo no se ha desmontado y lo que les va a quedar al final en este tablero son los presos políticos vascos, a modo de rehenes. Pero sí creo que al final van a tener que dar pasos, y ojalá que sea más pronto que tarde», dice el oreretarra.

Precaución destila -la experiencia acumulada obliga- la valoración de Kandido Zubikarai: «Es de suponer que al menos en un primer momento la política represiva no cambiará, aunque veamos tan claro que es una política de mera venganza. Y en un segundo momento, cuando se sientan presionados para dar un paso por las movilizaciones de la calle, querrán vendérselo a la sociedad como un fruto de la política de arrepentimiento, utilizando a los medios que controlan para lanzar ese mensaje», vaticina.

Mañana | El 7-E, un activo político y también emocional

A una semana vista, los ocho ex presos cuya opinión ha recabado GARA tienen como referencia muy clara la movilización del sábado próximo en Bilbo. Desde su posición se le concede una importancia especial, y no sólo por los efectos políticos que pueda tener, sino también por el respaldo emocional que traslada a los encarcelados y sus familiares. Hablan de todo ello como ex presos, pero también en gran medida como los presos que han sido hasta hace muy pocos meses o semanas.

¿Cómo explicar qué suponen estas movilizaciones masivas para quien recluido a cientos de kilómetros, recibiendo las noticias con cuentagotas y muchas veces por medios muy poco fiables? Jabi Lazkano reconoce que le cuesta encontrar las palabras exactas. Al final se lanza: «Para mí siempre ha sido como cargar las pilas. Ha sido la leche. Recibir la prensa en los días siguientes, ver en el GARA cuánta gente ha habido... la leche. Es ahí donde sientes el apoyo. En Zuera la ilusión se contagiaba con esas cosas». «Para los que están dentro, ésta va a ser increíble, seguro», adelanta. Y se acuerda en ese momento de un preso de su localidad que acaba de ser llevado «de Alicante a Almería. Sus familiares van a tener que hacer 600 kilómetros más. Así están las cosas todavía, ¡fíjate si es importante ir a Bilbo!».

Para Joxe Mari Mujika también pesa más el valor anímico que la trascendencia política. «En las cárceles, cada protesta de estas da mucho juego para el debate entre todos y para alimentarte personalmente. El patio es un hervidero. Recuerdo que llamabas a las dos de la tarde a casa y te contaban: `ya estamos aquí, con la mochila, esperando al bus para ir a Bilbo, y se te ponía la carne de gallina', y luego lo mismo cuando te contaban cuanta gente había habido, casi con lágrimas. Que el año pasado, en momentos aún muy duros, se reunieran 64.000 personas en Bilbo es un balón de oxígeno impresionante. Y no sólo para los presos, ¿eh? Cuando estás dentro es muy importante ver que los familiares están respaldados». Hoy, un año después, Mujika ya tiene muchas ganas de que llegue el día: «Creo que será muy emocionante, y también incluso festivo por eso mismo que digo: esto tiene mucho valor para los familiares».

¿Qué han sido estas movilizaciones para Kandido Zubikarai? «Oasis en el desierto», responde el ondarrutarra. «Los pensamientos de los presos y refugiados políticos vascos siempre están en Euskal Herria, siempre -explica-, aunque estés a cientos o miles de kilómetros. Y especialmente en estas grandes movilizaciones. Son oasis que se encuentran en el desierto. Y los oasis son increíbles para saciar la sed, pero esta movilización debería ser también el punto de partida para salir del desierto», añade el ondarrutarra. Lo subraya con otra afirmación paralela: «Está claro que la movilización del 7 de enero va a ser una foto de apoyo muy bonita. Y las fotos son interesantes, pero hay que poner a todas esas miles de personas en marcha, porque es eso lo que traerá aquello con lo que soñamos, que es que todos los presos y refugiados estén entre nosotros».

El término «colosal», utilizado para definir esta movilización, ha calado hondo. La urnietarra Olatz Izagirre ve claro que será así: «Visto el recorrido de los últimos años, está claro que una gran parte de la ciudadanía de Euskal Herria reclama una solución democrática y que los presos y refugiados estén en casa con todos sus derechos respetados». Cree que servirá además para «enseñar a los estados español y francés que aquí tienen un pueblo fuerte, cara a cara, y para obligarles a dar pasos y a hacer cambios en la política carcelaria». Sólo un matiz más: «No podemos olvidarnos de que después del 7 de enero va a ser indispensable seguir impulsando el proceso democrático y seguir en la defensa de los derechos de los presos».

Eñaut Aramendi es escueto al respecto, porque considera tan evidente que la movilización es la clave de todo que no necesita gastar muchas palabras: «Si la gente lo quiere, se logrará primero mejorar la situación de los presos y luego, poco a poco, liberar hasta al último de ellos».

Ninguno de los consultados por GARA para este reportaje tiene duda de que será una manifestación imponente. Habla Alberto López: «Es evidente que la magnitud de esta movilización va a ser enorme. Sin embargo, la repercusión que pueda tener todavía no está en nuestras manos. Más allá de dinámicas puntuales, la sociedad vasca debe ser consciente de que para lograr nuestros objetivos la constancia es un elemento clave». Vuelve la mirada a sus tres años en prisión: «Estar en la celda y ver miles de personas en la calle siempre supone un apoyo, pero es más alentador saber que hay gente que a diario construye Euskal Herria de manera voluntaria. La mejor garantía para no volver a la cárcel es conseguir la libertad de nuestro pueblo», concluye.

Toma el relevo Iker Casanova, que sitúa la manifestación de Egin Dezagun Bidea en una constatación objetiva: «El fin de esa violencia contra los presos se presenta como absolutamente imprescindible en el nuevo ciclo político».

«El Estado sólo va a dar pasos cuando el coste de no darlos sea mayor que el de darlos -predice- y en este sentido, si en un momento dado interpreta que su inmovilismo en el terreno penitenciario está generando un debilitamiento de su posición y de sus intereses, tendrá que replantearse la política penitenciaria. En esta línea será muy importante que la manifestación del día 7, que en sí misma va a suponer una movilización sin precedentes, sea además el inicio de una dinámica sostenida que obligue al Estado a poner fin a la dispersión, para poder ir avanzando gradualmente hacia la imprescindible amnistía».

Pero quizás sea Ion Telleria el más contundente a la hora de valorar la importancia de la manifestación: «¿Decisiva? ¡No hay más! O será la activación popular lo decisivo o no habrá nada sobre lo que ser decisivo. Evidentemente, no sólo esta manifestación, sino la dinámica popular diaria, pero el futuro de este pueblo está en manos de esa activación popular».

«La buena voluntad puede ser una virtud, pero esperarla de quien tanto sufrimiento nos ha provocado sería una estupidez y una inocencia imperdonable -advierte el joven independentista, que ha sido excarcelado en noviembre-. Ellos dicen que las voluntades populares deben ceñirse a la legislación vigente; nosotros sabemos que es la legislación la que debe adaptarse a la voluntad del pueblo. Y toda la ciudadanía vasca deberemos dar un pasito más para que así sea», concluye.






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viernes, 30 de diciembre de 2011

El Yerno de Juan Carlos Borbón


Esta historia tiene para largo, es mejor que se vayan enterando de algunos jugosos detalles de parte de un estudioso de la casa real españoña, aquí lo tienen vía Kaos en la Red:

“Iñaka Urdangarinibus, ex balonmanus atleta, amantísimus yernum Hispania rege, presuntum latrocinium est”.  
Dura Lex…
 
 
Amadeo Martínez Inglés
 
Pues sí, amigos, dura es la ley pero es la ley. El intrépido juez mallorquín José Castro, a través de un extenso auto de fecha de hoy, 29 de diciembre de 2011, que yo me he permitido extractar para ustedes al comienzo de las presentes líneas (con traducción libre, eso sí, a la lengua de Cicerón ya que resulta mucho más chic y mola un montón) ha hablado por fin en nombre de la ley que él representa levantando el secreto de la Pieza Separada número veinticinco de las diligencias previas nº 2677/08 (Caso Palma Arena) y citando a declarar, el próximo día 6 de febrero de 2012, como imputado en la misma al duque de Palma, Iñaki Urdangarín.
Y de esas palabras escritas del juez, bien meditadas y apoyadas en una profunda y exhaustiva investigación, cabe desprender una primera y fundamental evidencia: El rey de España ya tiene oficialmente un presunto robaperas en su familia, nada menos que del nivel 15 (quince millones de euros de presunto choriceo ducal) y el resto de los españoles un compatriota de alto nivel que es todo un delincuente, un estafador, un chupóptero, un afanador… o como queramos llamarlo (también con lo de “presunto” pegado a su DNI que estamos en un Estado democrático y de derecho como muy bien nos advirtió nuestro amado líder, su real suegro, en su famoso Cuento de Navidad) que, a no dudarlo, se va a convertir a partir de hoy mismo y en las próximas semanas, meses y años, en el ingrato (para la llamada familia real, mayormente) careto de salida de todos los telediarios, informativos, tertulias y prensa digital o de papiro, de este país.
A nadie le puede caber dudas a estas alturas de que este listillo ex atleta del balón y la mano larga (supongo que los probos deportistas con representación en el museo de cera de Madrid exigirán de inmediato que les quiten de al lado semejante crac de los negocios) comienza a partir de hoy su particular vía crucis judicial, familiar y mediático, con muchas probabilidades de dar con sus huesos, a medio o largo plazo, en el puñetero trullo. Porque, a pesar de que su muy ovacionado suegro (que el martes día 27 de diciembre, en la solemne apertura de Las Cortes, y por la gracia retrechera de los diputados/palmeros del PP, estuvo a punto de batir por unos pocos segundos la marca mundial del peloteo cortesano dirigido a un jerarca político no elegido democráticamente por el pueblo que en estos momentos todavía conserva el fallecido líder norcoreano Kim Jong-il) sigue, diga lo que diga, moviendo los hilos para que el tsunami de Nóos no sólo no alcance a su niña del alma (la gentil Cristina) sino que sea detenido in extremis antes de que alcance los frágiles muros de La Zarzuela, tiene francamente difícil el escaparse de sus seguras responsabilidades ya que el descomunal jurado popular que representan los 46 millones de ciudadanos españoles (descontando los muy escasos miles que todavía se reivindican como monárquicos neandertalenses) está hasta la coronilla de corrupciones y prebendas políticas e institucionales (todavía existen periodistas cortesanos que se atreven a decir, el mismo día en el que se dio a la publicidad que el Gobierno quería congelar el mísero salario mínimo interprofesional, que el sueldo del rey es francamente moderado y los gastos de la corona de los más bajos de Europa) y no va a dudar a la hora de pedir, por el medio que sea, que se cumpla la ley a rajatabla.
Por cierto, en relación con lo que acabo de decir del cumplimiento a rajatabla de la ley en referencia al caso Urdangarín, y de los gastos que conlleva el mantenimiento de la obsoleta monarquía española, voy a permitirme, porque seguro que lo agradecerá el lector, hacer sendas y oportunas consideraciones ad hoc:
1ª.- Después de los primeros presuntos chorizos que son llamados a declarar, siempre van los segundos, y los terceros, y los cuartos… y más en estos casos de corrupción política y de alto nivel, en incremento exponencial en España, donde, efectivamente, son muchos los que desfilan ante la justicia, pero también muchos los que deberían hacerlo a corto plazo e intentan zafarse de ello por cualquier medio. Y en el archifamoso caso de asquerosa corrupción real que nos ocupa, con el yernísimo Urdanga de cabeza de cartel, después del interfecto en cuestión debería acercarse por el Juzgado de Instrucción nº 3 de Palma, con todos los honores que le correspondan por su alto linaje borbónido, la infanta Cristina, su dulce enamorada y copropietaria de una de las empresas testaferro que ambos usaban como tapadera de sus devaneos fiscales. Infanta de España que, según algunas plumas de alquiler a sueldo de la desnortada Zarzuela de nuestros días, parece ser no sabía nada, ejercía de tonta útil en los negocios de su señor marido, no se enteraba de que en día vivía e, incluso, nunca llegó a preguntar de donde coño (esto último lo digo yo ¡eh! que ella es muy fina) habían salido los nueve millones de euroncetes que habían costado el palacete de Pedralbes adonde ella, ya digo sin preguntar nada a nadie (parece ser que a una amiga del alma sí le contó que la susodicha chabola barcelonesa le había tocado a su amado Iñaki en la bonoloto), se trasladó con sus hijos dando gritos de alegría y gracias a Dios por lo suertudo que le había salido su Iñaki del alma.
O sea, hablando en plata, juez Castro, sin que uno quiera inmiscuirse en lo que hace o no hace su señoría: Lo de la infantita tonta (que tal vez lo sea, pero en absoluto cambia sus responsabilidades) no se lo crea. Aquí, como dijo la cara regia parlante televisiva del 24 de diciembre, la justicia es igual para todos. Y si hacemos caso a nuestro anciano rey, que de esto sabe mucho porque es inviolable e irresponsable, después de que el tal Urdanga le cuente el próximo día 6 de Febrero del año que viene los entresijos de su peculiar ingeniería altruista empresarial, lo lógico y prudente sería que su compañera de cama y de Aizoon se pasara también por su Juzgado, como imputada, por supuesto, a explicarle como se las arreglaba para no enterarse de nada, incluso de lo que firmaba con el antetítulo de Alteza y séptima heredera al trono de España ¡Toma ya!
2º.- Estoy harto, pero harto, harto, de oír por ahí a periodistas de medio pelo y tertulianos subvencionados de toda laya, desde el minuto uno en el que la llamada Casa Real sacó a relucir las cuentecitas zarzueleras del pequeño capitán, que la monarquía española es de las más baratas de Europa y del mundo, solo sobrepasada en austeridad por Luxemburgo. Esto es, desde luego, una falacia que no se sostiene, una estupidez, una mentira y un peloteo asqueroso, digno sucesor del vomitivo aplauso de los diputados/culones del martes pasado en el Congreso de los Diputados.
Los 8,43 millones de euros que recibe La Zarzuela para los gastos de la corona, y que su majestad serenísima distribuye a su criterio como si repartiera caramelos a sus hijos y demás parentela regia, sólo representan la punta del iceberg, la calderilla, las perrillas de bolsillo de unos cuantiosísimos gastos de todo tipo que la Casa Real española carga sin ningún rubor en las cuentas del Estado. Esa calderilla (perdón por la broma en una situación como la que están viviendo en estos momentos millones de familias españolas) apenas llega al 1,5 % del monto total que nos cuesta en estos momentos la monarquía a todos los españoles. El 98,5 % restante del total de unos 600 millones de euros (100.000 millones de pesetas) lo pagan con cargo a sus presupuestos anuales los ministerios de Defensa, Interior, Patrimonio Nacional y Fondos reservados (sí, sí, fondos reservados de los que siempre ha tirado nuestro amado y anciano monarca, ahora bastante menos que hace unos años porque no está el hombre para muchos trotes).
Baste una sola cifra de que la que pueden ustedes estar seguros: El Regimiento de la Guardia Real, una unidad protocolaria sin ningún valor operativo, que fue un capricho del rey Juan Carlos I que quería rememorar el boato regio del reinado de Alfonso XII, con sus alabarderos, sus jinetes de gala, sus tiros de caballos, sus carrozas…, le cuesta al ministerio de Defensa más de 80 millones de euros, una cifra que nunca reconocerá oficialmente el citado departamento. Y a ese monumental gasto del ministerio de Defensa hay que sumar las partidas de seguridad, que paga Interior, y los viajes por todo el mundo de la familia real al completo, que paga Exteriores, y las fabulosa cifra a la que llega el mantenimiento de palacios, fincas, yates, flota de vehículos de representación…etc, etc. Y las pagas y demás emolumentos de las quinientas personas que trabajan en La Zarzuela. Y gastos y más gastos de los que este historiador tiene puntual referencia porque se ha molestado en investigarlos y que se acercan, repito, a la citada cifra de los 600 millones de euros. Que no es ninguna broma.
O sea que de monarquía española baratita, nada de nada. Cara y bien cara, amigos. Y para terminar estas líneas, porque con esto del presunto Urdanga se me ha ido el golfo al cielo, lanzo al personal una pregunta asaz ingenua: Si el rey Juan Carlos cobra apenas 200.000 euros anuales, quizá hace unos años un poco menos ¿Como ha podido amasar en treinta y cinco años la fortunita que revistas internacionales tan prestigiosas como Forbes o Eurobussines dicen que tiene: 1.790 millones de euros (300.000 millones de las antiguas pesetas)? ¡Ah, misterios del arcano patrio! A mí que me registren…


No nos olvidemos, para los españoles, los Borbón han sido los guardianes de la democracia desde el 23-F.


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Hacia la Oficialidad



Editorial de Gara con respecto al partido de la Eusko Selekzioa en San Mamés contra Túnez (epicentro de la "primavera árabe"):


San Mamés acogió ayer un nuevo partido de la selección de fútbol de Euskal Herria, que se celebró como una gran fiesta del fútbol vasco pero que también dejó a las decenas de miles de personas que acudieron al estadio, y a aquellas que siguieron el choque por televisión o radio, con la sensación de que este tipo de eventos no colma sus aspiraciones. Porque, año tras año, los aficionados y aficionadas que llenan las gradas del templo vizcaino, además de animar a sus jugadores y pasárselo en grande creando un ambiente único, comparten una reivindicación: que los futbolistas vascos puedan jugar con su selección en competiciones oficiales. Eso es lo que demandaron también ayer, y ese es el motivo por el que la fiesta, una vez más, no fue completa.
Porque, si bien es cierto que todos los caminos empiezan con un primer paso, hace ya muchos años que la sociedad vasca comenzó a marchar para lograr la oficialidad de sus selecciones, y son muchos los que creen que ya ha llegado el momento de dar, más que un paso, un salto cualitativo en esa dirección. Así lo exigieron también quienes, respondiendo a la convocatoria de Esait, participaron en los actos que desde la mañana se celebraron en Bilbo, donde el Arenal volvió a ser el epicentro del movimiento en favor de la oficialidad.
Los jugadores han mostrado su compromiso en numerosas ocasiones, la penúltima el pasado viernes, cuando expresaron su deseo de poder competir con su selección y su tristeza porque la federación vasca no ha mostrado la misma disposición que ellos. Y la última ayer mismo, cuando volvieron a saltar al césped. Asimismo, todos los seleccionadores que han tenido oportunidad de dirigir al combinado vasco han trasladado su ilusión por hacerlo en torneos oficiales, y la afición no pierde ocasión de demostrar, siempre que puede, que ansía ver a los suyos competir con las grandes selecciones del mundo. Que esto aún no sea posible no es achacable, por tanto, a quienes deberían ser los principales protagonistas de este deporte, sino a quienes desde sus despachos hacen oídos sordos a esta demanda y evitan asumir un mínimo compromiso.


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Detener la Ruleta




La convocatoria para la marcha en favor de los presos y los exiliados políticos vascos el próximo 7 de enero en Bilbo va tomando impulso. Afortunadamente la voz de los represialados ya se escucha claro en Madrid gracias a la interlocución de los electos de Amaiur. Aquí tienen esta nota publicada en El País (les advertimos acerca del lenguaje):

U. Morán
La izquierda abertzale emplazó ayer al nuevo Gobierno del PP a que "no alargue ni un minuto más la ruleta rusa de la dispersión contra los familiares de los presos" de ETA. En su opinión, es lo que reclama la mayoría "política, sindical y social de Euskal Herria", dentro del camino a recorrer para la normalización política y democrática tras el cese definitivo del terrorismo.
"Aunque insuficiente, un primer paso debe consistir en acabar con la inhumana política penitenciaria", manifestó la portavoz Maribi Ugarteburu, durante una rueda de prensa en San Sebastián.
Acompañada de otros dirigentes abertzales como Pernando Barrena o Joseba Permach, Ugarteburu dio lectura a un comunicado en el que reivindicó la "inmediata puesta en libertad" de todos los presos gravemente enfermos o que tengan cumplida su pena, en referencia a quienes permanecen en prisión por la aplicación de la doctrina Parot. Además, exigió el traslado a cárceles vascas de todo el colectivo de reclusos "por razones de índole política y humanitaria".
La portavoz abertzale consideró que los presos son "consecuencia del conflicto" y constituyen un agente cuya participación en la resolución se antoja "imprescindible", como se demostró con su apoyo al Acuerdo de Gernika en septiembre. "En consecuencia, se les deben facilitar unas condiciones básicas para participar en este proceso de construcción de una paz justa para todos", señaló Ugarteburu.
Diálogo con ETA
La izquierda abertzale aprovechó su comparecencia de ayer para adherirse a la manifestación que el próximo día 7 recorrerá el centro de Bilbao en defensa de los derechos de los presos. Se trata de una cita marcada en rojo en el calendario, con la que el soberanismo vasco pretende exhibir músculo social para, tras el cese de ETA, centrar el foco en sus reclusos.
La propia Ugarteburu recalcó ayer que "tras el fin de la lucha armada, la exigencia de avances hacia la paz por parte de la sociedad vasca y la implicación en el proceso de la comunidad internacional, existen condiciones suficientes" para que los Gobiernos de España y Francia aborden la negociación con ETA. Un diálogo que "tendrá que ceñirse a las consecuencias del conflicto, entre ellas la libertad de los presos".

Por cierto, en El Economista han publicado una nota acerca de ello, en específico acerca del apoyo a la marcha que ha sido puesto en manifiesto en Barakaldo.


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Precisiones Acerca de la "Nueva" Eurorregión




Hemos leído algunas notas acerca de la tan celebrada creación de la eurorregión que componen ahora tanto la CAV en el estado español como Aquitania en el estado francés. De lo que hemos leído hasta ahora, con esta postura publicada en Deia es con la que más concordamos:


Xabier Isasi e Imanol Esnaola | Presidente y Secretario de Gaindegia
La recién estrenada eurorregión Aquitania-Euskadi no deja de ser un ámbito de trabajo y colaboración interinstitucional. En dicha medida, la creación de una eurorregión es un acuerdo positivo pues facilita la colaboración para dar solución a los problemas y retos de dichos ámbitos administrativos. Es, en definitiva, un paso más en la articulación institucional y territorial de la Unión Europea. Existen los estados, existe el arco atlántico o el comité de trabajo de los Pirineos como ámbitos de cooperación… Por tanto, es lógico que dos ámbitos administrativos como son Aquitania y la Comunidad Autónoma Vasca establezcan un ámbito común de colaboración.
Existe otro punto de vista si consideramos que Euskal Herria debe desarrollarse como ámbito económico y social singular, que permita dar respuesta a los retos de la evolución socioeconómicas y, a su vez, asegure la continuidad del pueblo vasco. Por ellos demandamos de estas y otras iniciativas que faciliten dicha actividad cooperativa, o que por lo menos, levanten el veto histórico que sufre Euskal Herria en su desarrollo interregional y transfronterizo. Por tanto, esta iniciativa institucional no deja de ser positiva a medias. Es positiva en la medida que puede servir para cooperar con nuestros vecinos, landeses y bearneses, en todas aquellas cuestiones que nos atañen y puede dar eco y visibilidad a las mismas en el ámbito europeo, que no deja de ser un ámbito de poca visibilidad para las regiones. Sin embargo, no nos queda tan claro si sus gestores tienen voluntad de que sirva para la colaboración intervasca.
Tanto el diseño como las afirmaciones que han acompañado la génesis de la eurorregión dejan poco lugar a dudas. El objeto de sus promotores actuales parece que es establecer un marco de actividad que diluya el ámbito de Euskal Herria. Se trata de ignorar la existencia de una comunidad llamada Euskal Herria, con su propia realidad, sus problemas y retos, los cuales plantean una agenda de cooperación a la europea, para sustituirlo por una arquitectura institucional con dos polos: Burdeos y Gasteiz, sin paradas intermedias. Este diseño ha venido acompañado de declaraciones groseras por parte del lehendakari López diciendo que "contrapuso esta iniciativa de orden práctico" a "otras sustentadas en confrontaciones y exclusiones, o sobre identidades estancas, que se han pretendido imponer en Euskadi" (El País, 13-12-2011). También cabe preguntarse por qué Aquitania está dispuesta a dar este paso ahora y no cuando había un Gobierno nacionalista en Gasteiz. Parece que por el hecho de que se haya creado una eurorregión entre Aquitania y la CAPV se nos está invitando a que abandonemos como ámbito preferencial el vasco.
Por tanto, nos vemos obligados a constatar el hecho de que los promotores de este proyecto pretenden negar la existencia de un ámbito socioeconómico singular, con necesidades propias y de gran intensidad social y económica… ¿Si la eurorregión no sirve para disponer una cobertura administrativa a una realidad ya existente y pujante que representan los territorios vascos, para qué servirá?
Nos hubiera gustado que los promotores de la eurorregión, en vez de satanizar la cooperación entre vascos, se hubieran comprometido a ofrecer recursos institucionales, un amparo ante la Unión para todas aquellas actividades económicas, culturales, sociales, deportivas, sindicales desarrolladas en el marco vasco… Nos referimos a Euskaltzaindia, Bihartean, Zazpiak bat Elkarlanean, la cooperación entre la escuela de ingenieros de la UPV/EHU y ESTIA, Eusko Ikaskuntza, los sindicatos abertzales, las ikastolas, proyectos comunicativos en euskara, actividades deportivas… Y más que están en camino.
La ausencia de un reconocimiento a la cooperación intervasca, acompañada de descalificaciones a la voluntad vasca ¿qué nos está indicando? ¿Acaso que esta iniciativa pretende sustituirlas, dejarlas de lado, marcar una nueva geografía de cooperación Gasteiz-Burdeos con un desierto en medio, cuando el desierto en realidad está entre Baiona y Burdeos? La constitución de la nueva eurorregión como producto del consenso de dos ejecutivos, con algunas referencias a las peculiaridades culturales y lingüísticas, no refleja la presencia y las necesidades de una comunidad singular como la vasca. Somos escépticos, tenemos dudas de que este instrumento de colaboración transfronterizo ayude a articular iniciativas que contribuyan a la cohesión y el progreso de Euskal Herria. Es más, intuimos que la dirección de sus actividades será, probablemente, justo en la dirección contraria. Más claro, la nueva eurorregión se plantea como una alternativa para sustituir cualquier proyecto vasco, sea a través de movimientos municipalistas, instituciones autonómicas y/o forales comunes u otro tipo de articulaciones territoriales del conjunto de Euskal Herria.
En definitiva, la memoria de vasco nos dice que de momento no hay nada nuevo bajo el sol que no sea la negación a articular un marco vasco de cooperación. Es la misma negación que ha hecho que la muga del Bidasoa sea en materia de cooperación socioeconómica la menos desarrollada en el ámbito de la Unión. Sin embargo, hemos de ser pragmáticos, ahí donde se nos pueda escuchar o podamos participar hay que estar, sabiendo que la realidad la construimos día a día en nuestra tierra cuando afrontamos los retos con visión de país. Y, mientras, a sembrar y generar nuevos proyectos de cooperación, que lo nuestro nos corresponde a nosotros.



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Más de lo Mismo

Hemos recibido este comunicado de parte de los amigos de Eguzki vía correo electrónico:


El nuevo gobierno español no quiere cerrar Garoña
Ayer mismo, Jose Manuel Soria, Ministro de Industria, Energía y Turismo, dejo entrever cual va a ser la política energética del nuevo gobierno. Según el Gobierno Español es imprescindible mantener los sistemas de producción energética actuales para que la factura de la luz no suba en el primer trimestre del 2012. Esto se traduce en que el gobierno no tiene ninguna intención de cambiar el actual plan de producción energía, así, el peso de cada método de producción en el mix energético no cambiará. O lo que es lo mismo, el gobierno del PP hace una apuesta clara por los métodos de producción tradicionales y contaminantes. Según las declaraciones del Ministro, reforzar las energías renovables supone un sobrecoste que ni el estado, ni l@s ciudadan@s ni las empresas eléctricas pueden asumir. Pero esta afirmación solo es real en el caso de l@s ciudadan@s, ya que la situación de los otros dos agentes mencionados es muy diferente, sobre todo en el caso de las empresas. Estas últimas, no tienen dinero para invertir en las renovables pero sí para investigar en nuevos métodos de extracción y utilización de fuentes de energía agotables, como el fracking.
Por otro lado, el Ministro anunció que veía con buenos ojos la utilización de infraestructuras que ya están amortizadas entre ellas Garoña. A pesar de que el Gobierno Español no ha tomado ninguna decisión respecto a esta central, el gobierno cree que no hay ninguna razón para el cierre de la misma. Por lo tanto, creen que es posible alargar la actividad de la central otros seis años.  Para dar más fuerza a esta decisión, el Ministro de Industria mencionó el informe presentado por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en el 2009, que recogía un nuevo plazo de actividad de la central de 10 años.
Aún así, las decisiones tomadas por el CSN no obligan al gobierno a mantener esos plazos. Un ejemplo claro es la decisión tomada por el gobierno del PSOE de cerrar Garoña el 1 de  julio del 2013. Como resultado de esta decisión la empresa Enresa presentó la semana pasada un plan para el desmantelamiento de Garoña. Pero existe un peligro inminente de que este plan no prospere ya que el nuevo gobierno parece que quiere ampliar el periodo de actividad de la central.
Pero, el Ministro no mencionó, que aunque la Central de Garoña ha pasado las pruebas de estrés realizadas por el CSN, para poder asegurar un nivel de seguridad adecuado hay que hacer numerosos cambios en la central. Es decir, el Gobierno tendrá que invertir en la misma. Pero, ¿no habíamos dicho que el Gobierno no tiene dinero? Además, hay que recordar que el informe definitivo sobre los exámenes hechos a las centrales no será publicado por el Consejo Europeo en junio del 2012. De todos modos, como venimos denunciando estas pruebas solo sirven para calmar a la opinión pública, ya que además de ser incompletas nunca podrán afirmar que la energía nuclear es segurar ya que hoy en día no contamos con los conocimientos ni la tecnología necesarias para controlar esta fuente de energía.  
Garoña debería estar cerrada, ya que fue diseñada para estar en activo 40 años y ya han pasado 42. Además, este tipo de decisiones, pueden suponer un precedente en el Estado Español que suponga el regreso a la energía nuclear, apartándose del camino dejar la energía nuclear de lado, emprendido por varios países europeos (Alemania, Bélgica o Suiza). Además, si miramos al país vecino, el ministro francés de Industria y energía, Éric Besson, puso en marcha una comisión de consulta para elaborar las políticas energéticas en el horizonte de 2050 que deberá barajar "diferentes escenarios", incluido el cierre total de las centrales nucleares
Así, Eguzki Talde Ekologista, le pide a Jose Manuel Soria que:
1. Respeta la voluntad popular de Euskal Herria y la decisión tomada en abril por el Parlamento con los votos de PSOE, PNV y ERC-IU-ICV de cerrar Garoña en el 2013.
2. No utilice los problemas económicos del Estado como excusa y que mantenga el plan de desmantelamiento de Garoña y que apueste por las energía renovables.  Tantos puestos o más se conseguirían con el desmantelamiento de Garoña que con su continuidad.
3. No eluda su responsabilidad y que haga frente a los posibles accidentes nucleares. Ya que estos son fruto de la mano del hombre, consecuencia de un modelo energético nada seguro, costoso, impredecible y cuyos efectos y residuos los asumimos tod@s. Un modelo que demuestra que no somos capaces de garantizar su inocuidad durante los miles de años de radioactividad.
           
En definitiva EGUZKI defiende que la energía nuclear debe ser desterrada, eliminada y que alargar la vida de la central de Garoña no beneficia a la ciudadanía sino a la industria y responde a intereses corporativos frente al interés general, la salud y la seguridad de las personas. 
Por lo tanto, exigimos que si no se puede garantizar la seguridad de las centrales nucleares, se  cierren de manera inmediata.

  
NUKLEARRIK EZ!! GAROÑA ITXI ORAIN !!!


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