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martes, 24 de febrero de 2009

Larrea y Neruda

Hace unos días ya habíamos publicado un artículo del El País acerca de el poeta vasco Juan Larrea, pues bien, aquí tienen otro que incluye su antagonismo con Pablo Neruda publicado en el diario Norte de Castilla:

Larrea frente a Neruda

JUAN VILLACORTA

Con la publicación de 'Poesía y revelación', vuelve a la actualidad la figura del poeta bilbaíno Juan Larrea, un poeta raro dentro de la Generación del 27, que fue definida por Max Aub con rotundidad «los del 98 eran anarquistoides; los del 27, puros señoritos». Larrea no era de estos últimos, como atestigua su serio compromiso político con la República y su largo peregrinar en el exilio, de Francia, Argentina, México y Estados Unidos.

Larrea fue un poeta visionario que vislumbró -y también criticó- el surrealismo y el ultraísmo, vasco serio y trabajador, y a un tiempo caprichoso y excéntrico, escasamente racional en el fondo. Larrea vivió intensamente el transtierro de México, que concitó voces diversas del exilio hispano; como el aislamiento de Cernuda, el aspaviento grandilocuente de León Felipe, la angustia catalana de Carner o la transparencia y vitalidad de Salinas y Guillén, entre muchos otros.

Una idea del carácter duro e irreductible de Larrea fue su intransigente oposición a Neruda, a quien conoció y al que se enfrentó en su libro 'Del surrealismo a Machu Pichu' publicado en 1967. En realidad, se trata de poetas casi antagónicos con compromisos políticos similares que transitaron por senderos muy diversos; el Neruda comunista fue debilitando su compromiso con el tiempo y se convirtió en un poeta universalmente vitoreado, y que no desdeñaba una vida más que confortable, fruto de su actividad diplomática y de sus copiosos derechos de autor prolífico, todo lo contrario del ascetismo político, económico y humano de Larrea hasta el final de sus días, en Córdoba (Argentina).

El autor de 'Versión celeste' fue gran amigo de León Felipe, José Bergamín, Gerardo Diego, Vicente Huidobro (también empedernido crítico de Neruda) pero, sobre todo, de César Vallejo. Es fácil deducir que el carácter de todos ellos se aleja nítidamente de la exacerbada vitalidad del carácter del autor del 'Canto General'.

La rendida devoción de Larrea hacia César Vallejo -tal vez junto a Neruda, el poeta de mayor aliento de América Latina- nace tras conocerse ambos en la casa del poeta chileno Vicente Huidobro, y es el propio Larrea quien entrega a Bergamín y Gerardo Diego los dos primeros poemarios publicados por el poeta peruano, que fue militante del Partido Comunista de España. Larrea es el prologuista -'Profecía de América' lo tituló- de la obra cumbre de Vallejo, 'España, aparta de mí este cáliz', publicada en 1939 por Ediciones Libertarias del Comisariado, Ejército del Este. Larrea también editó en la editorial Barral la 'Poesía Completa' de Vallejo en 1978, con un esclarecedor estudio sobre la poesía vallejiana.

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