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miércoles, 23 de julio de 2008

Acerca del Vasco Aguirre

Como todos sabemos aquí en México, el director técnico Javier "el Vasco" Aguirre ha traído de gira de preparación al equipo que dirige actualmente, como ya no es el Osasuna ni me voy a preocupar de mencionarlo yo mismo.

El caso es que Mundo Deportivo a publicado un artículo que nos habla de los pininos del "Vasco" en el fútbol, aquí lo tienen:

Lindavista: La forja del Vasco

MD tuvo la oportunidad de visitar en México DF los lugares clave en la vida personal y deportiva de Javier Aguirre

Juan Gato

Muy cerca de la Basilíca de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de México, comenzó a forjarse la vida de Javier Aguirre. Decir cerca en esta ciudad absolutamente inmensa y sin fin es hablar de kilómetros. No olvidemos que DF tiene una extensión de 1,479 km² con más de 20 millones de personas en su área metropolitanta. Pero cerca al fin y al cabo. En la Colonia Lindavista, una zona de clase media de la capital azteca, dio sus primeros pasos en la vida y en su carrera profesional el actual entrenador del Atlético de Madrid.

Cuando sus padres, inmigrantes vascos, llegaron a México hace más de 50 años, Lindavista era una zona de mayor nivel. La calle Puno, donde nació y vivió el 'Vasco' hasta los 23 años, es una estrecha vía de apenas 100 metros, que como muchas otras en esta zona de la ciudad queda cerrada con verjas y vallas por la noche para evitar los robos y asaltos. En una vivienda, encalada, de dos plantas, algo deteriorada, pero con signos de haber sido mejor que otras del mismo barrio, Aguirre creció. Su madre, Mª Carmen Onaindía, es quien vive en la actualidad allí y ocupa la casa familiar.

Recuerdos

El técnico mexicano dice que no ha vuelto a ir desde hace al menos cuatro años, pero tiene muy frescos todos los recuerdos. A tres cuadras (manzanas), no más, de la que fue su casa, emergen las instalaciones del Deportivo (polideporivo) Miguel Alemán. En sus paredes se observa una leyenda, 'Trabajamos para tí', y en la entrada, una inmensa garita de seguridad recuerda que esto es México y un puñado de policías federales armados hasta los dientes y con chalecos antibalas custodian el recinto deportivo de la capital mexicana.

En este lugar Javier Aguirre inició su carrera deportiva. El 'Vasco' siempre se ha confesado un amante del béisbol, una pasión mucho más profunda que el fútbol, como reconoció públicamente hace unas semanas. Y aquí encontramos su razón de ser. Porque el deporte del bate y la bola está tan arraigado o más en México que en los vecinos Estados Unidos. Lo cierto es que en el Miguel Alemán se alternan los campos de fútbol con los de rugby y béisbol; Aguirre comenzó a probar, cuando sólo contaba con ocho años de edad, este deporte que todavía hoy le apasiona.

Mala experiencia

Aguirre era tercera base, pero su pasión por el béisbol apenas duró dos meses. Bateando y corriendo de base en base tuvo una mala experiencia que terminó con este sueño por completo. Una bola lanzada le rebotó en la mano para impactarse en su boca. Resultado: dos dientes destrozados y cambio de deporte. Ahí se acabó la incipiente historia del 'Vasco' y el béisbol en activo, porque como aficionado sigue enganchadísimo. Quizás también tenga que ver en ello el hecho de que, tiempo después, jugase durante un tiempo en Estados Unidos, en el Aztecas de Los Ángeles, y allí viviese en primera persona, en la mejor liga del mundo de ese deporte, la estadounidense, esa gran pasión.

En uno de los campos anexos del Miguel Alemán, dos porterías de fútbol y un balón fueron el reclamo suficiente para que el ahora técnico rojiblanco comenzara una dilatada carrera como jugador que a día de hoy tienen su continuidad en el banquillo del Atlético de Madrid.

Javier Aguirre dice que nunca fue un gran futbolista. Cumplía y se fajaba duro, hacía el trabajo sucio en el terreno de juego, no destacaba, pero era bastante regular. Así debió ser, pero algo más habría en ese futbolista cuando después de ocho años jugando en los campos del Miguel Alemán un ojeador del América, uno de los grandes clubes de Primera en México, le vio en acción.

Javier Aguirre tenía en aquel entonces sólo 16 años y ese equipo se lo terminó llevando. Un momento que cambió su vida por completo y para siempre. Hasta la fecha de hoy.



Un digno representante de la comunidad vasca en México. Lástima que no fuera el glorioso Atlante quien lo contratara.



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