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lunes, 4 de junio de 2007

Askapena : Una Nueva Victoria Popular

Y aquí les presento el más reciente comunicado de Askapena:

Independentzia eta Sozialismorantz
EUSKAL HERRIA, PASO A PASO
Servicio informativo de ASKAPENA, Nº 181

En www.askapena.org tenéis a vuestra disposición el spot de campaña electoral realizado por ANV, en el que recuerdan su lucha contra el fascismo desde los inicios de los años 30, el alzamiento fascista del 36 y la posterior dicatadura.

Una nueva victoria popular

La izquierda vasca ha protagonizado una nueva victoria popular. El significado de las recientes elecciones trascendía, con mucho, el alcance de unas municipales. Para la izquierda vasca, que había plantado cara a las exigencias injustas de un Estado autoritario, estaba en juego el ser o no ser. Eran muchas las preguntas que flotaban en el ambiente: ¿Cómo habrá afectado a este núcleo de gentes coherentes el apartheid al que están sometidas desde hace cuatro años? ¿Mantendrán su base social a pesar de que todos los mensajes del enemigo anunciaban su descomposición y disolución? ¿Seguirán teniendo capacidad de seducción a pesar de que el PSOE y el PNV han aparcado en vía muerta el proceso por el que tanto había apostado la izquierda? ¿Creerán en la participación electoral quienes han visto cómo el fascismo anulaba 380 candidaturas populares? ¿Creerá el pueblo en su potencialidad e iniciativa cuando no sirvieron de nada las 85.000 firmas con las que avaló las candidaturas populares? ¿Qué respaldo pueden tener en las urnas unas siglas parcialmente legalizadas que han sigo ignoradas por los medios de comunicación, perseguidas en la calle, reprimidas, minusvaloradas como ?voto inútil?? ¿Los sectores populares seguirán apostando por un proceso resolutivo o habrán perdido su paciencia? ¿Seguirán apostando por un trabajo institucional que les es negado o darán la espalda, hartos de humillaciones, a un tejido institucional con el que intentan reducirlos?

La jornada electoral

Muchas e importantes preguntas que flotaban en el ambiente, estaban en la mente de todos y tuvieron cumplida respuesta en la jornada electoral. Algunos incidentes mañaneros fueron expresión del malestar y rabia que sentían quienes habían sido ilegalizados. Incidentes de poca importancia que no impidieron el ejercicio del sufragio. Más frecuentes y extendidas fueron las protestas a pie de urna contra los responsables de la ilegalización fascista cuando éstos concurrían a depositar su voto. Casi todos ellos se encontraron con un no deseado ?comité de recepción?. Los ilegalizados les esperaban con los carteles habituales en contra del apartheid. Y la nutrida presencia policial, no pudo impedir que los demo-fascistas escuchasen las justas denuncias que les han acompañado a lo largo de toda la campaña electoral.

Pero, lo más llamativo y espectacular, fue la movilización masiva de los sectores sociales que conforman la izquierda vasca. Donde estaba legalizada, todas las mesas contaban con el correspondiente apoderado de ANV (las siglas de la dignidad). En otras mesas, donde ANV estaba ilegalizada, hubo presencia de militantes que exigían actuar como apoderados y que suscitaron encendidos debates con los presidentes de mesa. A todas ellas se iba acercando la base social de la izquierda para depositar un voto que, en muchos de los casos, estaba condenado de antemano a ir a la papelera. Pero antes, debía de ser contado y, aunque no constase en las actas electorales, constaba en los recuento de los analistas políticos.

Cerradas las urnas y, cuando comenzaban a conocerse el resultado de las mismas, saltó la noticia. La izquierda vasca no sólo seguía viva sino que estaba demostrando una presencia muy significativa también en las urnas. Se estaba produciendo un fenómeno sorprendente. Una fuerza que lleva cuatro años ilegalizada, marginada, privada de espacios comunicativos, sociales económicos, estaba creciendo respecto a elecciones anteriores. Demostraba su asentamiento en toda Euskal Herria y se afianzaba como una izquierda pujante y estructurada. Los resultados que se iban conociendo destrozaban los presagios liquidacionistas de quienes anunciaban el final de la izquierda vasca. Aquella noche confirmó que somos menos de los que debieramos pero muchos más de lo que se imaginaban nuestros perseguidores

Tras la noche electoral

Sin hacer complejos análisis de cifras, daremos unos breves datos que justifican el optimismo de la izquierda vasca y de sus muchos amigos. 150.000 votos, en condiciones tan adversas, hubiera sido un buen resultado; muy por encima de las previsiones, fueron 187.000 las papeletas que reclamaron un proceso democrático. La izquierda ha sido la opción política más votada en 55 localidades, en 25 de las cuales ya tendrían asegurada la alcaldía. Los cargos elegidos para las instituciones provinciales fueron 24 (19 de ellos ilegalizados). Los concejales elegidos fueron 719 (282 de ellos ilegalizados).

El PNV, durante todos estos meses, ha sido el aliado fiel del PSOE para vaciar de contenido el proceso y para aplastar a la izquierda. El presidente del PNV ha ganado muchos enteros en la Corte de Madrid pero sus paisanos le han dado la espalda. Aunque es el partido que más respaldo ha tenido, ha experimentado una importante pérdida de votos en todas las circunscripciones donde se presentaba. La derecha española, tan beligerante con el proceso de resolución, pasa horas difíciles en varios territorios; la estrategia contraria al proceso que ha mantenido el PP le ha supuesto en Euskal Herria una pérdida de 50.000 sufragios. En Navarra, los votantes de centro con cierta sensibilidad vasquista, han tenido muy buenos resultados. No era muy alentadora la noticia. En un territorio clave para la resolución del proceso, tenía gran respaldo social un vasquismo que no se ha implicado nada en la resolución del conflicto. En esta coalición, conocida como Nafarroa Bai, han confluido varias corrientes que querían desplazar a la ultraderecha de UPN y dejar sin espacio a Batasuna. Han ignorado la ilegalización de quienes fueron sus compañeros y han colaborado con el apartheid siempre que han podido. ¿Retomaran una actitud de firmeza frente al Estado quienes hace mucho tiempo renunciaron a ella? O, por el contrario ¿seguirán malgastando energías para marginar a la izquierda soberanista? ¿Promoverán el cambio que les demanda la sociedad que les ha votado? Sospechamos que su composición heterogénea, su voluntad pactista y conciliadora, su dependencia de la derecha vasca (PNV) y su apego a los asientos institucionales van a dejar en evidencia ese liderazgo por el cambio que pregonan.

Perspectivas de futuro

La izquierda no buscaba ni se conforma con un reparto de cargos para realizar la mera gestión institucional. El triunfo que ha cosechado en la batalla por el voto la sitúa ante nuevos retos. El primero -otra nueva y dura batalla- exigir al resto de formaciones todos aquellos puestos institucionales que, por voluntad popular, corresponden a la izquierda y que han ido a otras manos por culpa de la ilegalización. Desde la misma noche electoral se está haciendo este emplazamiento a los usurpadores. Daremos información de esta nueva batalla.

El otro reto es mucho más determinante desde una perspectiva de futuro: activar todo el potencial humano, y ahora institucional, con que cuenta la izquierda, para reactivar un proceso de resolución que aborde las raíces del problema.

Euskal Herria, 4 de Junio de 2007

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