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lunes, 28 de noviembre de 2005

El Caso Egin

De casos como este no se ocupa la fascista corporación disfrazada de organización de derechos humanos conocida como Reporteros Sin Fronteras.

Pero el caso allí está, Madrid cierra medios informativos vascos por eso, por que son vascos, y claro, para salirse con la suya arguye que es que esos medios son parte del entorno.

Al final del artículo que presenta Gara al respecto el día de hoy, aparecen unas declaraciones, les recuerdo aquí que Arzalluz es un nacionalista vasco. O sea, los peridistas vascos están en un estado de indefención total.

He pues aquí el artículo:


Comienzan a declarar en Madrid los procesados por el cierre de «Egin»
Catorce de los imputados en la pieza «Orain» se sentarán a partir de hoy en el banquillo

Los procesados por el «caso Orain», la pieza del sumario 18/98 que corresponde al cierre de «Egin» y Egin-Irratia, clausurados hace más de siete años por orden del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, comenzarán a declarar hoy en la gran sala de juicios habilitada en la Casa de Campo de Madrid, si se cumplen las previsiones iniciales. En total, serán catorce los procesados en esta pieza sumarial que se sentarán en el banquillo de los acusados en las próximas jornadas del macroproceso iniciado el pasado lunes. Piden para ellos penas de entre 10 y 51 años de prisión.
La del 15 de julio de 1998 fue una mañana soleada. Una jornada veraniega que invitaba a darse un chapuzón. Una caminata por el monte tampoco se antojaba como una mala elección. Euskal Herria se despertaba de la última resaca sanferminera.
Desde primera hora, las emisoras de radio informaban de una nueva entrada policial en “Egin”. «Otro registro», pensó más de uno. Las instalaciones del rotativo ya habían sido anteriormente objeto de indeseadas visitas policiales. Muy poca gente pensaba que un Estado español que durante las últimas décadas se ha presentado a sí mismo como defensor de las libertades iba a saltarse la barrera y proceder al cierre directo de un medio de comunicación que no le bailaba el agua. José María Aznar, a la sazón presidente del Ejecutivo de Madrid, despejó las dudas desde Turquía con una frase que ha pasado a la historia. «¿Acaso creían que no nos íbamos a atrever?», alardeó atribuyéndose la paternidad de la operación.
Desde entonces han pasado más de siete años. Catorce personas se sientan en el banquillo de la Casa de Campo procesadas por la pieza sumarial conocida con el nombre de Orain S.A., que era la empresa editora del diario. Ellos serán los protagonistas durante las próximas jornadas del juicio que arrancó el pasado lunes en la Audiencia Nacional.
Primero fueron el bacalao, las agencias de viajes o el alquiler de sillas. Luego, el cierre de “Egin” y Egin-Irratia dio muestras de la auténtica dimensión del ataque. El Gobierno del PP llevó a la práctica una actuación que otros ya habían defendido de manera más o menos directa.
Intentos Anteriores
Porque no debe olvidarse que antes ya se intentó cerrar “Egin” a través de vías más «sutiles», como por ejemplo su ahogo económico a través del boicot publicitario. Tanto el periódico como su emisora hermana fueron siempre medios incómodos para el poder. Un argumento similar al empleado por George Bush cuando planteó a su homólogo británico, Toni Blair, la posibilidad de bombardear la sede central de la televisión Al Jazeera en Qatar.
En EuskalHerria no se llegó a lanzar misiles, bastó con centenares de policías. Consumado el cierre, sólo quedaba poner en marcha el ventilador y esparcir acusaciones a diestro y siniestro. La tesis del «todo es ETA», tan exitosa durante los años siguientes, iba tomando forma.
Fue el entonces ministro de Interior español, Jaime Mayor Oreja, quien compareció raudo para ejercer de portavoz judicial y asegurar que los medios cerrados estaban al servicio de la organización armada y que la operación tenía como objetivo el «aparato financiero» de ETA.
Al frente del operativo estaba el juez Baltasar Garzón, que bautizó el operativo con el nombre de «Operación Persiana». En la noche del 14 al 15 de julio se produjo el asalto de las instalaciones de “Egin” y Egin Irratia en Hernani, Bilbo, Gasteiz e Iruñea. Los consejeros del grupo Orain fueron detenidos, y sus domicilios, registrados. El número 7.200 del periódico, en cuya portada podía leerse el titular «Aznar y el PNV seguirán juntos toda la legislatura», salió de la rotativa sin saber todavía que iba a ser el último.
Cerca de 250 trabajadores se encontraron de repente en la calle. Su principal activo fue desde el primer momento el apoyo de miles de ciudadanos vascos que se posicionaron rotundamente frente a ese ataque contra la libertad de expresión.
Ni un día sin periódico
Desde el primer momento, el reto fue que no pasara un sólo día sin periódico. Y así fue. El 16 de julio, “Euskadi Información” cedía su mancheta para denunciar el atropello. Fue un día de locura, de lucha contra el reloj. La rotativa en la que se imprimieron sus ocho páginas no daba para mucho. Pero las fotocopiadoras hicieron su agosto con un mes de adelanto. Era el primer paso para hacer realidad el lema «Egin, egingo dugu».
La misma frase que los trabajadores de ambos medios clausurados portaron en sus camisetas durante la manifestación celebrada en Donostia el 18 de julio. En torno a 75.000 personas mostraron su repulsa ante el cierre de ambos medios de comunicación, en una de las mayores movilizaciones en la historia de este país.
Por aquel entonces, buena parte de los que ahora se sientan en el banquillo de los acusados permanecían encarcelados. Más tarde seguiría el mismo camino Jabier Salutregi, director de “Egin”. Todos ellos saldrían en libertad ­abonando cuantiosas fianzas­ a lo largo de los meses siguientes.
El castigo económico afectó también al resto de trabajadores, que durante años tuvieron que pelear para conseguir que el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) les abonara las cantidades que les correspondían tras ver sus contratos extinguidos a raíz de la acción judicial.
En este macroproceso se halla imputado asimismo quien fuera responsable de Investigación en “Egin”, Pepe Rei. Periodista y escritor, su caso conforma una pieza separada del sumario, ya que fue incluido en el 18/98 por su labor en la revista “Ardi Beltza”, que también fue clausurada judicialmente. Rei no se sienta en el banquillo, ya que está excluido temporalmente tras sufrir en agosto de 2002 un gravísimo accidente de tráfico.
Pena de Muerte
Cinco años después del cierre, en julio de 2003, fue posible acceder a las instalaciones de “Egin” y de Egin Irratia. El abandono y la humedad reinaban en la rotativa del polígono Eziago, en las redacciones y en los estudios radiofónicos. Quienes allí se dieron cita, gentes que habían puesto mucho esfuerzo en levantar ese proyecto periodístico, a duras penas podían contener la rabia.
Cárcel, fianzas millonarias, desempleo, cuentas embargadas, imposibilidad de viajar fuera del Estado español, criminalización, ruina económica. Son parte de las condenas dictadas y cumplidas antes del juicio, independientemente de la sentencia que firme ahora el tribunal presidido por la magistrada Angela Murillo.
Cuatro medios vascos de comunicación clausurados
El cierre de “Egin” y Egin Irratia abrió las puertas a la adopción de medidas similares contra otros medios de comunicación. En 2001, el juez Baltasar Garzón ordenó el cierre de la revista de investigación y denuncia “Ardi Beltza” ­dirigida por el periodista Pepe Rei­ «por su labor y de señalamiento y estigmatización permanente de ETA». Dos años más tarde, el 20 de febrero de 2003, la Guardia Civil procedía a la clausura de “Euskaldunon Egunkaria”.

Lo que dijeron

Xabier Arzalluz | Presidente del PNV «Creo que el entorno de ETA continuará haciendo oír su voz a través de otros soportes informativos»
Jaime Mayor Oreja | Ministro español de Interior «Los comandos de ETA son sus extremidades, pero hay un núcleo, un corazón, un pulmón que significa su retaguardia, que vive en la comodidad de la plena legalidad y que se ha aprovechado de la democracia para tratar de seguir estando esclavos de esa organización terrorista»
Felipe Gonzalez |Ex presidente español «En cualquier país democrático sería insoportable e insostenible un periódico como ‘Egin’ por la ruptura de las reglas del juego que entraña el servicio que presta a ETA»
Pablo Mosquera | Secretario general de UA «Esto no ha hecho más que empezar»
Jose Maria Aznar | Presidente del Ejecutivo español «Durante mucho tiempo, alguna gente, con una chulería insufrible, ha querido campar por sus respetos. El Gobierno está decidido a dar batalla en todos los frentes»





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