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lunes, 9 de diciembre de 2002

Del Sup Marcos a ETA

Bueno, ya se ha mencionado en un par de ocasiones en las misivas anteriores que al igual que lo han hecho con distintos actores del conflicto político que enfrenta al pueblo vasco con los estados español y francés, desde el EZLN han enviado una carta a ETA solicitándole un cese al fuego temporal como preparación para los diálogos por la paz que proponen.

Aquí tienen dicha epístola, publicada en La Jornada, como las anteriores:

Marcos pide a ETA "tregua unilateral"
Propone "darle una oportunidad a la palabra"

Ejército Zapatista de Liberación Nacional
7 de diciembre de 2002.

A la organización político-militar vasca Euskadi Ta Askatasuna (ETA). País Vasco.

De: Subcomandante Insurgente Marcos. México.

Señoras y señores:

Les escribo a nombre de los niños, ancianos, mujeres y hombres del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, de México.
Como ustedes tal vez sepan, en fechas pasadas y en una misiva leída en territorio español nos referimos a la lucha del pueblo vasco por su soberanía. A pesar de que claramente el texto hacía referencia a la lucha política vasca y no a la militar, las palabras fueron propositivamente ambiguas en lo que se refiere al actuar de su organización ETA.

El objetivo de la ambigüedad fue provocar lo que provocamos de por sí. No ignoramos que pusimos en riesgo el capital moral que los zapatistas hemos conquistado en todo el mundo, en particular en la península ibérica, pero fue necesario... entonces.

Ustedes y nosotros sabemos bien que el EZLN no sólo no ha realizado ni realizará acción militar alguna en contra de civiles. También saben que condenamos ese tipo de ataques, que suelen cobrar el mayor número de víctimas entre personas que ni siquiera saben de qué va el asunto.

No son pocas las víctimas civiles que sus acciones han provocado. Entre ellas se encuentran personas que simpatizaban con nuestra causa y que, como el resto de las víctimas civiles, murieron con la angustia de no saber por qué.

Consideramos justa y legítima la lucha del pueblo vasco por su soberanía, pero esa noble causa, ni ninguna, justifica que se sacrifique la vida de civiles. No sólo no produce ganancia política alguna, y aunque la produjera, el costo humano es impagable. Condenamos las acciones militares que dañan a civiles. Y las condenamos por igual, provengan de ETA o del Estado Español, de Al Qaeda o de George W. Bush, de israelíes o palestinos, o de cualquiera que, bajo nombres o siglas diferentes, aduciendo a no razones de Estado, ideológicas o religiosas, cobre sus víctimas entre niños, mujeres, ancianos y hombres que nada tienen qué ver en el asunto.

Sé también que en la cuenta de muertos y heridos que hace el gobierno español no están incluidos los miles de vascos que han sido ejecutados, torturados y desaparecidos por las fuerzas del Estado. Sin embargo, no les escribo para comparar cuentas de muertos. En eso nosotros superamos a unos y a otros, pues son millones los indígenas mexicanos que, desde la conquista española, han caído. Y a nuestros muertos no los ponemos a competir con nadie.

No, no es para hablar de lo que ha pasado antes que me dirijo a ustedes.

Hace unos días, el juez español Fernando Baltasar Garzón Real me retó a un debate. Yo le he respondido afirmativamente y he puesto como una condición, entre otras, que se realice un encuentro entre todas las fuerzas políticas, sociales y culturales implicadas o interesada en la problemática del País Vasco, para que hablen y escuchen sobre los caminos vascos.

Por lo mismo, a nombre de todos mis compañeros y compañeras, les pido que decreten una tregua unilateral por un período de 177 días, iniciando la madrugada del día 24 de diciembre de 2002. También les pido que públicamente se comprometan a no realizar ningún operativo militar ofensivo durante ese período y contribuyan así a crear un ambiente propicio para dicho encuentro, es decir, para darle una oportunidad a la palabra.

Sería bueno que Euskadi Ta Askatasuna enviara uno o varios delegados a hablar y a escuchar, no a negociar o a pactar nada, el encuentro El País Vasco: caminos. Sé que correrían riesgos, pero si están dispuestos a morir o a ser tomados presos en las acciones militares que realizan, no veo por qué no estarían dispuestos a sufrir lo mismo en una acción política.

Eso les pido, no que se rindan, no que abandonen las armas o sus convicciones. Sólo les pido que le den una oportunidad a la palabra y honren así el gran riesgo que los zapatistas hubimos y habremos de correr. En caso de que no acepten, me ofrezco personalmente como víctima propicia en su próximo ataque. Ustedes podrán acusarme de "colaboracionista" con el Estado español (lo que no dejará de ser paradójico, pues las autoridades españolas me acusan de ser "apologista del terrorismo"). El argumento será lo de menos. No habrá reproches ni represalias de parte nuestra, pues al menos yo sí sabré por qué muero. Espero su respuesta.

Vale. Salud y una oportunidad a la palabra.

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Subcomandante Insurgente Marcos.

México, diciembre de 2002.


Uy, esta va a sacar chispas. Algún asesor experto en el conflicto vasco le falló al Sup.

De entrada, ha terminado por caer en la trampa semántica de llamarle terrorismo a la lucha armada de los distintos grupos en resistencia contra el fascismo, contra el colonialismo y contra el neoliberalismo.

No solamente se equivoca al condenar la lucha armada de ETA, también critica la lucha de David contra Goliat que desarrolla la resistencia palestina en contra de la maquinara de guerra genocida del artificial estado de Israel.

Pero eso no es todo, es la segunda vez que el Sup Marcos se refiere a Al Qaeda como una entidad antagónica de los Estados Unidos cuando a estas alturas del partido ya todo mundo sabe que Osama Bin Laden era una agente de la CIA entrenado para llevar a cabo acciones de sabotje en contra del ejército soviético en Afganistán, y que todo el asunto del 11 de septiembre del año pasado no fue sino un ataque de falsa bandera por parte de Washington para así justificar su incursión tardo-colonialista en Afganistán.

Lo más deplorable es que el Sup Marcos afirme sin más ni más que mujeres y niños son objetivos válidos en la lucha de ETA en contra del régimen español, heredero del franquismo por cierto, cuando en realidad esa organzación antifascista es reconocida precisamente por lo cuidadosa que es al seleccionar los objetivos de su actividad armada. 

También es engañosa esa etiqueta de civiles que insiste en colocar a ciertas personas. El Sup Marcos y el EZLN y cualquier otro grupo en resistencia debiera de saber que la lucha no es en contra de personas o de partidos políticos en específico, la lucha es en contra de un sistema opresor, el capitalismo en su expresión más salvaje, el neoliberalismo.

Esta acusasión por parte de Marcos es casi infantil, carece por completo de un análisis crítico desde la óptica del materialismo histórico. Marcos sugiere que únicamente los integrantes de las fuerzas represivas del estado son objetivos válidos para una guerrilla urbana, como lo es ETA. O sea, que según Marcos, los enemigos de los pueblos en resistencia son solamente los hombres armados que forman parte de los ejércitos y de los distintos cuerpos policíacos. Este reduccionismo es casi insultante.

Marcos, más que muchos otros más, debiera saber que estos gamberros de la eufemísticamente llamadas "fuerzas de protección" no son mas que sicarios a sueldo de quienes realmente son culpables de la situación que vive actualmente la humanidad.  Que incluso los partidos políticos son meros instrumentos en las manos de quienes realmente detentan el poder. Que ellos, los que realmente mandan, se han encargado de prostituir las instituciones de los distintos estados que controlan. Desde su ejercicio faccioso incluso han borrado la separación de poderes entre el ejecutivo, el legislativo y el judicial.

Ellos, los que mandan, utilizan todos los medios a su alcance para quitarle absolutamente todo a todos los demás, privándolos de sus más básicos derechos, de sus garantías individuales, de su acceso al agua, a la tierra, a la educación, a los servicios de salud. Soldados, policías y paramilitares son la expresíón más visible, descarnada y violenta de la represión, pero lo mismo pueden utilizar a un presidente, a un ministros, a un secretario, a un diputado, a un senador, a un juez, etc, etc, etc. Las leyes que fabrican ad hoc, los draconiandos procesos judiciales, las kafkianas condenas, la tortura, la impunidad, todo eso también es violencia, más taimada, más "sutil", menos sangrienta... pero también es violencia.

Pero lo que definitivamente es un insulto estúpido es eso de ofrecerse a sí mismo como "víctima" aduciendo que por lo menos él sí sabría la razón o la causa por la que muere. ETA no mata aleatoriamente, ETA no mata a personas que nada tienen que ver con la genocida ocupación de Euskal Herria, ETA no tiene ni una sola razón para matar a un mexicano solidario e internacionalista de izquierda que es vocero de una guerrilla indigena llevando a cabo una revolució sui generis en este mundo globalizado sufriendo los embates del neoliberalismo.

Suponemos entonces que Marcos se refiere a los politicos, jueces, periodistas, narcotraficantes e informantes que han caído como consecuencia de las acciones armadas de ETA. 

Marcos, no le juegues al tonto, ellos sabían perfectamente lo que hacían, ellos sabían muy bien que cada una de sus acciones y omisiones contribuían a la opresión de todo un pueblo que como los pueblos de Chiapas representados en el EZLN - tzotziles, tzeltales y tojolabales - tienen el derecho a ser.

Te equivocaste Marcos, te equivocaste.




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